Mis niños se independizan. II semana reto Iron blogger.

Estos días están siendo de muchos cambios. Vuelta al cole, cambio de horarios y rutinas, abandonar la libertad del verano para ajustarnos a los horarios del curso, adaptarnos de nuevo al día a día con nuestras ocupaciones habituales.

Además del empezar el curso, tanto en el colegio como en la guardería, hemos introducido un nuevo cambio. Quizás no ha sido el mejor momento, pero no he querido dejarlo esperar, y ya que empezamos rutinas lo hacemos todo de golpe para no crear falsas expectativas.

Mis hijos se han independizado. Sí, tal cual os lo digo. No, no han cogido la maleta y sean ido por ahí a vivir la vida por su cuenta, para eso les queda -espero- mucho todavía. 

Se han independizado a sus respectivas camas. Tal cual. Tras cinco años compartiendo lecho con alguien más que mi santo costillo Papá y el gato, tras cinco años acostándome y despertándome con alguno de mis hijos adosado a mi cual lapa, tras cinco años sacándome la teta noche tras noche, mis hijos duermen cada uno en su cama.

Está siendo muy difícil. Para ellos, no para mi, que ellos duermen a pata suelta como benditos. Pero yo no. Estoy tan acostumbrada a oírlos, sentirlos, tenerlos cerca, es tan grande la seguridad que sentía sabiendo que me iba a percartar de lo mínimo que les sucediera, que ahora no duermo pendiente de escucharlos no sea que les pase algo. Así estoy, con un insomnio que me tiene echa un trapo.

Empezamos acostándolos a ambos juntos, en la recién estrenada cama nueva de la peque. Como la cama mide 2 metros de largo, acostados cada uno en un sentido ni se rozaban pero ambos se sentían acompañados sabiendo que dormían juntos. La primera noche fue un éxito total y ninguno de los dos se despertó hasta la mañana siguiente.

El resto de días tuvimos que ir cambiando la manera de acostarlos, pues irse a la cama se convirtió en fiesta nacional. O se liaban a jugar, saltar y gritar, o mientras uno dormía el otro hacía el gamberro y lo despertaba, con lo cual los tuvimos que separar para dormirlos: Iván a la cama con Papá y yo en el sofá con Antía en la teta.

Desde hace un  par de días duermen cada uno en su cama porque al final entre pitos y flautas se despiertan. Que si grito, que si me muevo, que si te piso la cabeza o te meto el pie en un ojo. Así no hay manera.

Ha habido un par de noches que Antía se despertó en medio de la noche y tuve que acudir teta en ristre a dormirla de nuevo. Me juré y perjuré que si eso iba a ser todos los días volvía a mi cama más rápido que pronto, no tengo yo ganas de paseítos nocturnos. Pero no se despierta siempre, solo alguna noche.

Hace dos noches se cayó de la cama. Escuché la caída y  un ligero quejido, me levanté como si tuviera un muelle en el culo, me bajé de la cama con prisa y fuerza y al plantar los pies me di cuenta que el suelo era suave, mullido, caliente y que decía algo así como ¡¡¡MIAUUUUUUUU!!!. Como para imaginarme yo que a esas horas el gato iba a estar acostado ahí, solo a él se le ocurre, lo pisé con toda la fuerza de mi cuerpo. Menos mal que es un gatazo fuerte de 10kg, peso plomo si me apuráis.

Mis hijos no han tenido una rutina de sueño establecida hasta ahora. Hemos dormido como ha tocado, como nos falta paciencia para estar hora y media con ellos en la cama intentando que se duerman nos ha funcionado dejarlos con nosotros en el salón, con la luz a pagada y la televisión con el sonido a lo mínimo audible, normalmente sobre mi contándoles algún cuento o historieta al mayor y con la teta-somnífero a la peque. Luego traslado a la cuna-cama y hasta mañana.

Hace poco me chivatearon que dormirlos en un lugar y trasladarlos a otro dormidos puede causarles confusión, según los expertos. No creo que sea así, mis hijos saben muy bien dónde se duermen y dónde se despiertan, de hecho si se despiertan de noche saben orientarse perfectamente por la casa y venir donde estamos sin enterarnos. En todo caso, lo que dije cuando me chivatearon este dato, cuando sean los expertos los que vengan a dormir a mis hijos y a levantarse cuando se despierten en medio de la noche les haré caso.

Hasta ahora el sueño no ha sido un problema, yo diría que más bien al contrario porque mis hijos son de los que se duermen en cualquier sitio a cualquier hora. Ya sea las 8 de la tarde y encima de una piedra, si tiene que dormir se duermen y punto. Para mi es una gran ventaja porque llevando un portabebés ergonómico o la sillita de paseo, que se duerman allá donde nos pille no ha sido un impedimento.

Ahora quiero establecer una rutina, o al menos intentarlo. ¿Por qué? Pues no lo se, pero estoy en ese punto en el que siento que tengo que ordenar un poco sus vidas. No me apetece nada irme con ellos a las 9,30 de la noche a la cama y esperar a que se duerman -eso si no me duermo yo antes- pero creo que ahora, en este momento de sus vidas, es así como debo hacerlo.

La realidad es que, pese a que está siendo relativamente fácil, los hecho de menos. Debería sentirme afortunada por no vivir el momento de ir a la cama con llantos y negativas, por ver que mis hijos se adaptan a una nueva forma de hacer las cosas sin problemas. Y es un alivio, pese a que no es tan fácil y unos días tardamos más que otros, pero en general me siento satisfecha con los resultados,

Pero los echo de menos una barbaridad. Echo de menos el sonido de su respiración, sus ronquiditos, sus manotazos en mi cara, sus piernas sobre mi costado… pero sobre todo poder ser testigo de su sueño, ser su cara lo primero que veo al abrir los ojos y besarlos cuando aún están dormidos. Pensaba que todo esto nos costaría más pero, como siempre, ha sido de un día para otro. Mi niña duerme sola en su cama con tan solo 26 meses y mi hijo, tras 5 años durmiendo juntos, sueña felizmente y lucha contra sus monstruos en solitario.

Ahora en lugar de sus respiraciones escucho los ronquidos de Papá cual oso en la cueva hibernando. Con lo bien que  yo dormía con mis niños…

Y con esta entrada va mi participación en el reto Iron Blogger de esta semana. Que casi me toca pagar multa.

3 thoughts on “Mis niños se independizan. II semana reto Iron blogger.

  1. Yo y mis mini yos

    Si es que al final los cambios nos cuestan mas a nosotros que a ellos!! jajaja 🙂 de todas formas te entiendo, porque dormir con esos cuerpecitos cerca es una gloria 🙂 comparado con los ronquidos del pariento, no hay color!!! jajaja!

    Responder

  2. Mo

    Pues ha sido una transición perfecta…Ojalá sea así con Peque! De momento duerme con nosotros y no le hace gracia eso de dormir en su habitación, así que…:)
    Besotes!

    Responder

  3. Marieta

    Estos peques que siempre nos sorprenden..al final te cuesta a ti más que a ellos!
    Pues nada, suerte con la tarea de instaurar una rutina! Seguro que al final no es tan complicado!
    Besos!

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

14 − 4 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.