Definitivamente los polvorones engordan, te los comas como te los comas. En este caso servidora, que pretendía catarlos de una manera alternativa a la tradicional, como os contaba aquí, se ha llevado el premio gordo al polvorón del año.
Y toca contar cómo se me quedó el careto cuando confirmé que, efectivamente, el polvorón que no me comí lo estoy horneando.
Como decía, me notaba hinchada, apretada, desbordada, me dolían las tetas (cosa rara en mi) y empezaba a tener esa sensación de asco en la garganta que solo he tenido en el embarazo de mi niña. Pero era leve, es decir, ni las tetas me dolían horrorres, era más sensibilidad y molestia, ni tenía una fatiga – por aquí le decimos fatiga a la sensación de asco – de morirme.
A todo esto, faltaban dos días para que me bajara la regla. Como contaba en este post, pasé una época de desajustes y descontrol menstrual que me traía loca, pero llevaba ya varios meses en los que mis ciclos eran regulares y me sentía reconciliada con mi cuerpo, por fin. Así que estaba relativamente tranquila y esos síntomas me hacían pensar en embarazo como una posibilidad remota.
No se en qué momento se me ocurrió hacerme un test de embarazo. Estaba sola en casa con los niños, de repente recordé que tenía algún test de tira reactiva de cuando buscamos a Antía, lo busqué por la curiosidad de ver si había caducado, y al ver que aún estaba en fecha con las mismas me fui al baño.
“Así descarto y me quedo tranquila”.
Claro, a dos días de la falta y pipí de media tarde, las posibilidades de que diera positivo eran remotas, o eso pensaba yo. Y como en las épocas de descontrol tuve que hacerme alguno que otro dado la falta de regularidad, y siempre daban blanco nuclear, pues eso, que estaba totalmente confiada en la seguridad del negativo.
Así que cogí un vasito de plástico, hice pipí en él y metí el test en el vaso como quien moja un churro en chocolate. Dejé que se empapara unos segundos y lo puse sobre la encimera del lavabo, casi sin darle importancia porque esperaba un negativo. En el tiempo de subirme la ropa, lo que viene siendo menos de un minuto, eché una mirada de soslayo, casi con el desprecio a lo insignificante, cuando mi vista volvió de nuevo al test porque algo llamó poderosamente mi atención.
No me lo podía creer.
No era blanco nuclear.
Algo que parecía una raya se dejaba ver tímidamente.
Y yo, me quedé en shock.
Por si acaso, decidí contrastar. Hice una foto y se la mandé a mi grupo de amigas de confianza en busca de una segunda opinión y, siendo sincera, esperando que me dijeran que no había raya ni nada.
Pero todas vieron la raya.
Por cierto, que te puedes esperar horas esperando a que te respondan un guasap, pero sube una foto de un test de embarazo y verás qué rápido reaccionan, ¡doy fe!.
Efectivamente era positivo, da igual que yo me empeñara en pensar que no.
A ver cómo se lo digo yo al susodicho, ¡me entraba la risa solo de pensarlo!. La risa nerviosa claro, en esos momentos no estaba contenta, ¡estaba acojonada!.
Pues nada, el susodicho lo asumió bien, mejor que yo. Dudoso de que pudiera estar tan segura de mi preñez a dos días de la primera falta, intentando dar argumentos para convencerme de que era una falsa alarma… Pero de falsa alarma nada, además de los síntomas la de rojo no volvió a aparecer. Y eso es impepinable.
Definitvamente, estoy embarazada. Definitivamente, vamos a ser familia numerosa. Definitivamente, mi vida va a volver a girar como una noria y ya empiezo a sentir el vértigo.
Y como no quería romper la tradición, al primer día de falta oficial bajé a la farmacia, me compré un test de embarazo de termómetro y me repetí el test para confirmar lo que ya daba por hecho, y para guardarlo de recuerdo junto a los positivos de mis dos tesoros.
¿Sabéis cuánto tiempo lleva ese chupete guardado en un cajón del cuarto de baño?. Pues desde que Teresa de Tutete me lo regaló en un evento bloguero hace ya casi 2 años. A mi, que lo del chupete me cogía ya a tiempo pasado, que mis hijos no han querido chupete ni de adorno y mi princesa tenía ya casi 2 años por entonces, vamos, que lo acepté porque me hizo ilusión el regalo, sin ánimo de darle uso. ¿Sabéis cuántas verces lo he mirado y he pensado si alguna vez le daría uso?. Pues casi a diario.
Porque aunque siempre he tenido en mente la idea de la familia numerosa, es algo que tenía postergado y casi descartado, teniendo en cuenta que las circunstancias económicas y laborales no eran – ni son – las mejores.
Pero ese chupete estaba predestinado a ser usado. Bueno, no se si llegará a ser usado, si tengo en cuenta mi anterior experiencia, seguirá siendo parte de una enorme colección de chupetes nuevos a estrenar. Sin embargo, ahora cobra sentido.
Soy bloguera y voy a ser mamá de nuevo. De mi tercer hijo. Ains madre, en qué jaleo me he metido.
Muchísimas felicidades! Leí el anterior post y se me olvidó comentarte después.
Va a ser genial, tu nueva aventura de embarazo y leerte cuando nos lo vayas contando!
¡Muchas gracias! Desde luego, voy a tener tema para rato y este blog será fiel testigo de un tercer embarazo, ¡quién me lo iba a decir!
xo buenooooo…. felicidades guapa!!! un bebe siempre es muy bienvenido. Un abrazo
¡Muchas gracias! Desde luego, a pesar del shock inicial, bienvenido es 😉
Enhorabuena preciosa! Un nuevo cambio asuma por ahí pero seguro que lo llevas estupendamente, ya eres mami experta!
¡Muchas gracias! Sí, aunque me da miedito la experiencia del tercero confieso que estoy expectante y deseosa de saber lo que es la vida con familia numerosa 😉
Bendita locura, enhorabuena! 🙂
Sí, locura sí, y bendita también, ¡muchísimas gracias!
Hola. muchas felicidades… será una experiencia maravillosa porque ya sabemos que cada embarazo es un mundo… me das cierta envidia!!! No hay duda que el chupete estaba predestinado a usarlo o lucirlo de nuevo aunque luego, como mis hijas, pasen de chupetes… es ideal… enhorabuena y ya nos irás contando… seguimos en contacto
Desde luego, ese chupete estaba predestinado, y me ha hecho mucha ilusión colocarlo junto al test de embarazo, ¡quién me lo iba a decir! ¡Muchas gracias!
Bendita locura, enhorabuena! 🙂
¡¡¡Muchas gracias!!!
Toda una sorpresa, por lo que estoy leyendo. Esos polvorones disociados… jejejeje
Otra vez felicidades guapa!!
Sí, una sopresaza, ains esos polvorones peligrosos jajaja, ¡¡¡muchas gracias!!!
Relee esto dentro de un año o dos y te preguntarás cómo podíais vivir sin el nuevo integrante de la familia, ahora indispensable.
Besitis
Eso lo tengo clarísimo, se que cuando lo tenga en brazos mi vida será infinitamente mejor y no me la imaginaré sin él 😉
Pues que me regalen a mí un chupete, a ver si así me cae como quien no quiere la cosa como a tí, porque a papá no lo convenzo para un tercero… Besos y felicidades
Bueno, nosotros no lo teníamos planeado, seguro que si yo quisiera mi susodicho se habría negado pero fíjate, ha venido sin ser llamado jajaja
Qué bien, me alegro muchísimo. ¿Se lo has dicho ya a los nenes? Seguro que se ponen contentísimos de tener un hermanito nuevo (y no sé por qué me da que va a ser niña ^^)
Sí, los niños lo saben desde pocos días después de enterarnos, y muy contentos, sobre todo el mayor, que quería otr@ hermanit@ más y está ilusionadísimo 🙂
Si ya lo dicen si, los polvorones engordan una barbaridad 🙂
El nombre Blog está de plena actualidad . Y el chupete estaba destinado a un tercero ( aunque no lo use)
Yo tengo un par por casa del Bloguers pero por si acaso no los busco, jajjaj.
Y lo de la foto del predictor no pienso darle por aludida :p .
Felicidades de nuevo.
No lo busques, no lo busques, noseaqué jajaja. Pues sí, al final el nombre del blog tiene todo el sentido del mundo, aunque tras esto yo cierro el chiringuito, aviso 🙂
¡Enhorabuena guapísima!
A ampliar la familia y a que te salga tan bonito/a como tus dos pequeños.
Un besito preciosa.
¡Muchísimas gracias! Para mi será el bebé más bonito del mundo, eso seguro 🙂
Muchas felicidades, ya veras que será una hermosa y bendecida locura, criar a un tercero, me das un poquitín de envidia…pero sólo una poquitín.
Besos
Envidia, sí, ya te llamaré cuando no me de la vida jajaja. Todavía no me creo que vayamos a ser familia numerosa, ¡cómo me impone la idea!
Los "líos" de mamis son los más agradecidos del mundo mundial!
Muchas felicidades y a disfrutarlo y saborearlo 🙂
Muchísimas gracias, ahora que es público por fin lo disfruto más 🙂
¡Ese chupete! Indignada estoy de que mi bichilla se haya negado a usarlo. ¡Con lo que mola ir anunciando por ahí que una es mamá y blogger. Oye, la verdad es que es una súper noticia y tú muy atrevida por contarlo ya todo a través de whatsapp en el mismo momento de hacerte el test. Yo para el siguiente embarazo espero disimularlo hasta que haya pasado el parto 😛
Yo con la mía ni lo intenté, ya tenía 2 años y si no había querido tener chupete antes… Pero lo tenía ahí, guardadito con mucho cariño, en el fondo siempre he pensado que alguna vez acabaría dándole uso 🙂
[…] se me pasó por la cabeza, al ver el test de embarazo positivo, que ese bebé en camino era un error. Jamás se me pasó por la cabeza prescindir de él. Sí […]