Es habitual que cuando nuestros hijos inician la etapa pre-escolar, ya sea en guardería, escuela infantil o colegio, los primeros días hagan lo que se conoce como “período de adaptación”.
El período de adaptación consiste en llevar nuestos hijos los primeros días de curso en un horario especial, empezando por tiempos cortos que aumentan conforme pasan los días y variando las franjas horarias. No hay una norma general y todo queda a discrección del centro escolar. Incluso hay centros que no realizan tal período y los niños siguen un horario normal desde el primer día.
La idea de este período de adaptación es, como bien reza, para que los peques se adapten al nuevo horario y centro paulatinamente, con el menor impacto posible, que no pasen de estar en casa con los padres, abuelos o con quien los cuidaba habitualmente a estar en un lugar totalmente desconocido durante varias horas al día.
Tras haber pasado por esta fase en varias ocasiones con mis hijos, también han sido muchas las veces que he hablado largo y tendido con otras madres sobre la conveniencia de realizar esta adaptación. Por no variar, las opiniones son dispares y todo depende de los padres, pero sobre todo de los niños.
Como padres es obvio que queramos que sufran lo menos posible, y para los educadores del centro también es positivo que los peques se acostumbren de la manera menos traumática posible.
Personalmente, a mi no me gusta el período de adaptación, no al menos tras lo visto en mis hijos. Ambos han vivido dicho período al entrar en la guardería con 2 años y el mayor al entrar en el cole con 3 años, por lo que puedo hablar con cierto conocimiento de causa, evidentemente de manera totalmente parcial y personalizada en mis hijos.
Mi hijo mayor empezó la guardería en el mes de octubre, cuando el curso llevaba ya un mes iniciado y habían dado por resuelta la adaptación. Así que el primer día me dijeron que lo dejara dos horas y, según como reaccionara, ya veríamos al día siguiente. El hecho fue que se adaptó perfectamente, incluso comió allí porque le coincidió con la hora del comedor, por lo que al día siguiente fue en horario completo incluyendo comedor.
Cuando empezó el colegio con 3 años nos dieron las pautas y el horario de la adaptación: duraría 3 semanas durante las cuales la clase se dividía en grupos, cada grupo iría en principio 2 horas al día intercambiando las franjas horarias -primera hora de la mañana, media mañana y final de la mañana-, luego sumarían una hora más, luego unirían grupos y así irían incrementando las horas, el número de niños y unificando las franjas horarias.
La adaptación fue fantástica, el problema vino cuando tres semanas después tuvimos que dejarlo de 9 a 14, 5 horas seguidas. Ahí empezaron los llantos, el no querer ir al cole, aunque al rato de entrar se quedara tranquilo y disfrutara como un enano. Pero claro, tres semanas yendo un par de horas, tres como mucho, se creía que iba a ser siempre así, y de repente lo hacemos madrugar todos los días y estar allí hasta la hora de comer. Ese fue el verdadero trauma, el verdadero caos, hacerle creer que solo iba a ser un ratito por la mañana cuando la realidad es que iba a ser desde primera hora hora hasta mediodía.
Con mi hija la adaptación a la guardería ha sido muy light. La propuesta era ir
dos horas cada mañana
durante las dos primeras semanas, pero al segundo día los niños entraban tranquilos y estaban bien, por lo que al tercer día ya iban 4 horas, y al cabo de la semana se inició el comedor. A mi hija no le ha dado tiempo a pensar mucho, cierto es que el primer día que se quedó hasta las 2 de la tarde se le hizo largo, que el primer día de comedor no comió y que hubo un par de mañanas que lloró al dejarla, pero fueron días puntuales y en general ha sido una situación normal, sin traumas ni malos momentos.
No se qué hubiera pasado de haber hecho con ella una adaptación larga, realmente no me he parado a pensarlo, pero no creo que fuese mejor o menos traumático. De hecho, estoy muy contenta y tranquila y como se ha hecho porque no han habido imposiciones y se ha respetado el ritmo de los niños, de haber sido necesario hubieran facilitado la adaptación a los niños que la necesitaran.
Hay que valorar también la otra cara de la moneda. La adaptación para los padres, al menos para nosotros, es una puñeta. Si no estás trabajando todavía puedes ir y venir en los tiempos que te marcan, pero si trabajas tienes que hacer un tetris para poder cumplir los horarios, cambiar turnos, pedir días libres, porque si ya es complicada la conciliación de la vida familiar y laboral más lo es con horarios especiales.
Así que, en lo que respecta a mis hijos, prefiero que no haya adaptación a que ésta dure 2-3 semanas.
Si son sólo unos días o la primera semana, que normalmente son 5 días lectivos, también, pero establecer una adaptación más allá de esos días me parece que es marear a los niños y hacerles creer algo que luego no es, y para los padres trabajadores puede ser realmente un problema, si no tienen posibilidad de cambiar horarios o quien les lleve-recoja a los niños. Prefiero dos días malos en un horario normal a 3 semanas de horario caótico para que luego llore dos, tres o los días que necesite llorar.
Y vosotros ¿qué experiencia tenéis al respecto?
¿Estáis de acuerdo con el período de adaptación o preferís que vayan en horario normal desde el primer día?
Yo creo que está muy bien, ojalá lo hubiera habido en mis tiempos.
Aunque comprendo a los padres que trabajan y no los pueden recoger tan pronto durante el horario de adaptación.
Yo creo que depende mucho de cada familia y sobre todo de cada niño. Creo que no se debería imponer nada sino ir viendo con los padres y buscar siempre lo que sea más positivo para los niños.
Mi hija tiene 16 meses y hemos tenido periodo de adaptacion de 1 semana. El 1º dia fue puertas abiertas para que entraran niños, hermanos, padres, abuelos y todo el que quisiera. El resto de semana hicieron 2 turnos, de 9 a 11 y de 11 a 13h. Mi hija disfruto mucho… jugaba, conocia a los demas niños, a las maestras, el entorno… y ahora le encanta.. llora unos segundos al dejarla y luego si que llora… pero al llevarmela a casa 🙂
Vero
Yo creo que la primera semana está muy bien porque tampoco es plan de dejarlos de golpe por un tiempo prolongado en un lugar desconocido. Más allá de la semana creo que puede confundir al peque y hacerle creer que va a jugar un ratito y que acepte peor el momento de quedarse más horas.
Pues yo también estoy en contra de los periodos de adaptación tan largos, no creo que sea beneficioso para los niños esa semirutina y luego como dices ale, el palazo de golpe.
Mis hijos, los 3 que han ido al cole han llorado al dejarlos, unos mas que otros. Después de 9 meses sin guarde Moflins ha vuelto al cole y en contra de todo pronóstico ha sido horrible. LLora mucho al principio, luego se le pasa y está muy bien pero cuando vamos a por ella, generalmente me abuelo o su tia, se pone como si la mataran, cosa que también ha pasado con sus hermanos. Esto quiere decir que si van dos horas, se pasa por lo menos media llorando no le da tiempo a acostumbrarse a nada.
La adaptación que yo vería mejor sería x días con algún papi en clase, que se vayan conociendo todos y luego dejarlos solos. Pero claro eso ya no lo contemplan en el cole, solo en algunas guardería.
Besitos
Totalmente de acuerdo contigo 😉
A mí me gustó que hubiese período de adaptación la primera vez que Peque fue al cole…pero creo que lo necesitaba yo más que él…(es cierto que me reservé una semana de vacaciones sólo para eso…), después ya no lo he hecho ningún año y no veo demasiadas diferencias. Pero me gusta que exista la opción para aquellas familias que puedan y quieran hacerlo así.
Muas!
Claro, a mi también me lo parece. Creo que unos días es beneficioso para ambos, pero que se prolongue por dos o tres semanas es lo que yo no veo. Porque una semana puedes arreglarte con los turnos de trabajo pero dos o tres, puede ser muy compliado. Y creo que alargar en el tiempo una situación tampoco es lo más beneficioso. Como todo, con mesura. En el caso de mi hijo mayor 3 semanas de adaptación me parece de caos total.
Si miramos solo lo que los padres ven, es cierto que el periodo de adaptación es un latazo, pero si nos quitamos la ropa de madre y nos ponemos la de maestra, en mi caso me lo puedo permitir, el periodo de adaptación es necesario e imprescindible para un buen funcionamiento del aula cuando el horario se normalice. El periodo de adaptación no tiene como objetivo único que el niño no llore cuando lo dejamos en el cole, el periodo de adaptación es mucho mas que eso. El problema esta cuando hablamos sin saber de lo que hablamos. Es tan importante confiar en los profesionales sin cuestionar su forma de hacer…
Evidentemente, prima el buen funcionamiento del aula a las necesidades de los niños y pasa por encima de las posibilidades de los padres de compatibilizar su jornada laboral con la adaptación. Supongo que es fácil decir algo así con la bata de maestra puesta y acusarnos a los padres de no ver más que nuestros intereses. No hablo sin saber, no soy una cateta analfabeta que critica por deporte. Antes de hablar me informo, vivo mis propias experiencias, no soy de opinar sin saber y si no me conoces no deberías juzgarme tan a la ligera. Soy madre pero también soy persona, tengo amistades y mantengo conversaciones productivas, entre mis amistades hay profesores, maestras y educadoras de guardería por lo que es un tema que he tratado a fondo. Y, curiosamente, entre eesta personas hay muchas que tampoco creen que este método sea el ideal.
me parecen ser necesarios, pero dependiendo de los resultados del primer dia, mi hija tiene su niñera e hicimos su periodo de adaptacion en 2 semanas y media, empezando por 15min y en una semana ya dejandola 2h, continuamos con el horario de 2h durante una semana mas y la verdad no tiene problemas en ir y venir a casa, su nunu (asi le dice) parece amable y ella sale con una sonrisa y entra sin llorar, sin presiones ni nada, pero la verdad de no tener periodo de adaptacion a que los niños puedan intetgrarse en una guarderia me parece ya un buen avance en el pensamiento de la educacion y crianza convencional
La experiencia de mi hija en un centro escolar publico en el primer curso de educación infantil donde no ha habido periodo de adaptación ha sido muy mala. Y la experiencia vivida por la gran mayoría de niños de su clase muy similar a la de ella, yo no quiero ni recordar los momentos vividos a la entrada pues imaginad ella. Me parece una auténtica barbaridad que no exista periodo de adaptación siempre y cuando los padres colaboren y estén de acuerdo con ello. Con respecto a conciliar yo cogí vacaciones para hacerlo. En la guarde hubo periodo de adaptación y nada que ver. Para mi es algo fundamental, para que los peques se sientan seguros en centros educativos tan grandes, con personas desconocidas y llenos de niños