22 meses… y medio… y tres cuartos

Y casi que se me junta con los 23 meses, si es que los meses se vuelan y yo ni me entero.

Mi niña cumplió 22 meses en tierras malagueñas, porque a la loca de su madre no se le ocurre otra cosa que coger las maletas, los trapitos y a toda la family y meterse en carretera para llevar el porteo por ahí, en este caso a la cuidad de Málaga. Sí, el 18 de mayo tuve la suerte de dar un taller de porteo en esta preciosa ciudad y repertir una y otra vez que mi niña cumplía 22 meses.

¿Y que como está? Pues para comérsela, ¡cómo va a estar! cada vez más suelta, con más desparpajo, más independiente y autónoma, más mayor. Sí, de bebé ya no tiene nada, o casi nada, solo los momentos en los que se recoge mientras tetea me recuerda a ese ser indefenso y totalmente dependiente de mi que alguna vez fue.

Pero disfruto con ella lo que no está en los escritos, porque es graciosa a rabiar. Graciosa cuando está alegre, payasa o traviesa, y graciosa cuando se enrabieta y se enfada, casi más graciosa en este último caso. Y es que esta niña, además de gastarse un genio de cuidado – a quién habrá salido- no se corta a la hora de demostrarlo, enfurruñándose, arrugando los morros y cruzando sus brazos; un digno espectáculo que llama la atención de quien la ve y arranca más de una carcajada.

 photo antia_enfado_zps63e4eb17.jpg

 Me encanta porque exterioriza todas sus emociones y eso me parece muy positivo, además de que me ayuda a conocerla mejor. No es una niña conformista, es cabezona y cuando algo no le gusta o no lo quiere lo deja bien claro. ¿Que no le gustan los zapatos que le pongo? Pega un pisotón en el suelo, se sienta, si puede se los quita y los tira con fuerza. ¿Que no quiere una galleta? la tira al suelo y se cruza de brazos. ¿Que no quire que de de un beso? Me gira la cara con un nainainai. ¿Que no le consiento lo que quiere? Si hace falta hasta me pega. Carácter, con dos cojones. Así nos vamos conociendo, así vamos estableciendo límites, así le vamos enseñando lo que puede ser y lo que no, así vamos recogiendo sus frustraciones y sus rabietas.

Sigue sin hablar, ahí avanzamos muy poco, aunque se expresa muy bien. Creo que todavía no es momento de darle demasiada importancia a este tema, nosotros seguimos intentando estimularla y enseñarle sin disfrazar las cosas. No habla pero cuando nos demuestra que quiere algo le preguntamos hasta que con señas, vocablos sueltos y aspavientos varios nos explica lo que quiere. Y le hablamos como le hablaríamos a cualquiera, nada de pensar que los niños son tontos y no entienden, ya hemos demostrado con Iván que no solo entienden a la perfección sino que la comunicación es mucho mejor y se obtienen mejores resultados cuando a los niños se les habla como a cualquier persona inteligente, que lo son y mucho.

Seguimos con la teta, está en un momento de tetadicción tremendo. Si no estoy con ella no la echa de menos, de hecho estuve 2 días fuera para asistir a una charla en Madrid y aguantó perfectamente; pero como esté con ella puede estar enganchada más que un bebé recién nacido. Y yo, pese a que a veces es un poco pesada, es mi lapilla, sigo disfrutando de esta experiencia y no quiero que se acabe.

 photo antia_duerme_teta_zpsffbfbca2.jpg

También está con una mamitis que si por ella fuera estaría todo el día pegada a mi. En casa es mi perrito faldero, siempre detrás de mi, ya vaya a hacer una cama, a cocinar, a mi momento all-bran o a echarme una siesta en el sofá. Es mi apéndice. Si me ducho, allí está ella mirándome desde el borde de la bañera; si voy a hacer pipí allí está ella, sin perder detalle, o jugando a darme con la tapa de wc en la espalda; si estoy en la cocina allí se sienta ella en la entrada, o entra disimuladamente dando pequeños pasitos, a ver si no me entero -porque la cocina es territorio vedado para los peques-. Agobia, sí, pero me encanta. Me encanta sentir que soy tan importante para ella.

Y así sigue creciendo y nosotros disfrutando de ella. Si los primeros meses, casi el primer año, tuve la sensación de no haberla disfrutado tanto como a Iván y me daba mucha pena que fuera así, ahora que Iván es mayor y ya no siente esos celos puedo dedicarme un poco más a mi pequeñita y disfrutar de esta etapa tan bonita y que dentro de poco solo será parte de mis recuerdos.

Porque, inevitablemente, los niños crecen tan rápido que cuando nos damos cuenta… ya no son tan niños.

7 thoughts on “22 meses… y medio… y tres cuartos

  1. Mo

    Qué preciosa que está, me encanta la última foto!
    Lo del momento all-bran lo entiendo bien, jajajajaja! Vamos, que Peque va retransmitiendo el evento paso a paso el muy cabrito!! 😀
    Besotes!

    Responder

  2. Bichitobola

    Volando…el tiempo pasa volando!!
    Esta hecha una bichita preciosa!
    Un beso, disfrutar cada rato como haceis,
    Eva

    Responder

  3. Beronykas M

    Como pasa el tiempo. Me acuerdo de leerte y era una recién nacida y mírala ahora!!! Es preciosa e igualitica que su mami…jejej. Me hace gracia que sea tan huevuda, pero sabe lo que quiere. En el tema del habla, cada nene tiene su ritmo y es un error comparar las etapas de unos con otras, los niños no son iguales así que, todo a su tiempo, que cuando se suelte no habrá quien la pare…jejeje

    Un besote.

    Responder

  4. Silvia

    Cada vez que leo una entrada tuya sobre Antía veo a Emma reflejada, apenas se llevan un mesecillo y tienen caracteres por lo que cuentas muy parecidos. Estoy disfrutando de Emma muchísimo, me parece una personita genial, muy muy divertida, muy inteligente, es una pasada de niña. Teemos unas peques molonas :p

    Responder

  5. cucu-tras

    Hola!

    La verdad es quepasa volando! Yo tengo un niño de casi cinco años (que también se llama Iván) y una niña de 15 meses y parece que fue ayer cuando estaba con mi tripona. Hay que disfrutarlos todo lo que se pueda!!!

    Besos!
    http://Www.cucu-tras.es
    Cucu-trasbebe.blogspot.com

    Responder

  6. Marieta

    Preciosa Antía! En nada de cumpleaños!!!!!! Por partida doble!
    Besos

    Responder

  7. Anónimo

    hola, acabo de conocer tu blog y me enacan y a y me siento identificada.. mi nene tiene 22 meses y tampoco habla.. lo que es una presiôn horrible del resto, y algo,menosel que aün tome pecho.. y nosotros tan felices.. gracias y felucidades

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

uno × tres =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.