El más tópico de todos los tópicos del nacimiento de un nuevo bebé es la pregunta típica de ¿Y a quién se parece?.
Iván no dejó lugar a dudas, nada más nacer la enfermera que estaba con nosotros le dijo a Papá “anda, no puedes decir que no se parece a tí”, y es cierto, era una digna copia. Se han parecido mucho durante mucho tiempo, aunque ahora a mi al menos ya no se me parecen tanto, de hecho a Iván no le saco parecido con nadie exactamente, tiene cosas de uno y de otro, pero Iván es muy él.
Incluso antes de estar embarazada de Antía tenía un presentimiento. Siempre le decía a mi marido que el día que tuviéramos una niña se le iba a caer la baba porque iba a ser una niña guapísima, rubia, con los ojos verdes. No es que estuviera empeñada en ello ni siquiera que lo quisiera así, ya que mi niña para mí sería igual de preciosa o más rubia que morena, con los ojos azules, castaños o negros. Pero de alguna manera sentía que ya que Iván había salido sin ninguna duda a la familia paterna, Antía tenía que sacar algo mío; y dado que yo soy el bicho raro de la familia (rubia de ojos verdes -azules cuando era pequeña- entre morenos de ojos oscuros -salvo mi abuela materna, que tenía los ojos claros), que menos que sacara lo único en lo que destaco.
Y nació mi niña, con una mata de pelo moreno y unos ojos que apuntaban a azules. Y me pareció preciosa, aún sin saber cómo se le quedarían los ojos, y con su abundante melena morena; no le encontré parecido con nadie aunque esta vez no se parecía nada a la familia de Papá. Mi madre lo tuvo claro, la niña era clavadita a mí, lo sabrá ella que es quien más me recuerda en mi infancia… Y así se sucedieron los primeros días y semanas, buscando parecidos, sacando comparaciones, haciendo cábalas sobre cómo se le quedarían los ojos.
Poco a poco se le cayó el pelo y empezó a despuntar pelusilla rubia; esos ojos azul intenso se fueron matizando a un azul más verdoso pero sin perder el tono claro, y sus facciones se fueron personalizando hasta ir haciéndose una niña, dejando atrás el bebé que era. Y así está mi niña, rubia, con los ojos azul-verdoso, grandes y redondos, expresivos, las pestañas largas, y sobre todo una sonrisa encantadora que encandila a todo el mundo. Mi niña preciosa.
Al hermano no se parece en nada por mucho que hay quien le encuentra parecido, pero cuando digo en nada es en toda la extensión de la palabra, pues no se parecen ni en lo físico ni en el carácter, pero esto bien se merece una entrada a parte; una de mis frases más habituales es “no puede haber dos hermanos más distintos”.
Si a su hermano no se parece, al padre ni lo mentamos, son el extremo opuesto, tanto físicamente como en la personalidad. Papá, según me cuentan, era un niño muy tranquilo, algo cuajón, al que no se escuchaba apenas, feote… y esta niña es una cojonuda de mucho cuidado, apunta maneras con el carácter que tiene, cada vez que lo demuestro miro al infinito, silvando, como queriendo disimular… Sí, cojonuda como su madre, para que nos vamos a engañar.
Pero, ¿Y a quién se parece físicamente? Juzgad vosotr@s mism@s…
Ésta es Antía…
Y ¿sabéis quién es esta adorable y rolliza nena?
Sí, soy yo, evidentemente no recuerdo la edad que tenía pero debía rondar los 12-15 meses más o menos. Me encanta ver esta foto porque en ella reconozco a mi hija, y eso después de 3 años escuchando que mi hijo no se parece en nada a mí es todo un acontecimiento.
Mi madre me lo dice a diario, le emociona ver a mi niña porque según ella parece que me está viendo a mi hace ya taitantos años y por ello reviviéndome, no solo por el parecido físico sino por los gestos, la actitud y el carácter. Genio y figura de madre e hija, a mucha honra, no solo me recuerda a mi cuando la miro sino que en sus pequeños berrinches, mosqueos y demostraciones de carácter veo que lleva mis genes.
Quizás luego en otra cosas sea totalmente opuesta a mí, ya que Iván sí se parece a mí en gustos y habilidades (le encanta la música, el baile, la lectura, el arte, no le gustan ni se le dan bien las manualidades y las artes plásticas, ni los deportes, por poner un ejemplo…), y lo mismo Antía es el Messi que su padre anhela.
Es curioso lo caprichosa que es la genética, cómo cruza características, cómo reparte lo bueno y lo malo de cada uno, como pueden ser tan distintos dos hermanos pero a la vez ser tan parecidos a sus padres en determinadas cosas.
Sea como fuere, se me cae la baba con mis dos hijos a partes iguales, pero no puedo negar que me encanta que me digan que mi hija es clavadita a mí; ya me tocaba después de 3 años dándole este mérito en exclusiva a Papá, ¿verdad?.
Ya lo opinaba, pero después de compararla con tu foto de bebé, ya estoy convencida del todo. ¡Sois identicas!
La misma expresión, los mismos rasgos faciales, los mismos ojazos….
Yo tambien estaría orgullosa de tener una mini clon mía 🙂
Y tanto que os parecéis, guapísimas las dos.
Mi niña siempre han dicho que se parece más a mi, o a mi hermana, aunque luego también están los que dicen que se parece a su padre (no a mí), así la verdad no se muy bien donde ven los parecidos.
Yo la verdad es que no le encuentros parecidos, quizás tenga un poquito de los dos.
Besitos
Jajajajaj desde siempre he pensado que se parecía mucho a ti aunque tb tiene algo del hermano pero en la foto, sois clavadas!!!! que gracia jajaj. Un besazo guapas!
a ver a ver a ver… no nos engañes… tú no has tenido a una hija… tu has tenido a una calcamonía !!!!
jejejejejeje.
Antía es exactamente igual a tí Nereida, igualita.
Q ojazos, q expresión, el corte de cara, las pestañas, la boca…
a Iván nunca me he parado a verle el parecido con vosotros, pero ahora q comentabas esto de Antía me he fijado… y sí, dos gotitas exactas de agua.
guapas !!!
Sí, es una manía q odio lo de los parecidos…pues oye, cada niño tiene un poquito de papá y un poquito de mamá. Hay casos claros de parecido como el de tu niña contigo…o de mi hijo q de chiquitín, veía fotos de su padre de pequeño y decía q era él 😉
Es un calco tuyo!! Ya tienes más suerte que yo, que mis hijos solo se parecen a mi en mi mala leche…jajaja
Jeje… que pasada, sois igualeeesss!!!
¡¡que guapísima que es¡¡¡pues sí que se parece¡¡
Pues si que sois iguales!!!! Puedes estar orgullosa, una niña guapísima, muy sana y que es clavadita a ti!
La verdad es que parece una tonteria, pero te da un gustazo cuando te dicen eso…
UN BESAZO
Qué fuerte, sois idénticas!! Guapísima la peque, que tiemblen los onubenses, que esta niña va a romper muchos corazones!!
¡Es increíble!
si!! si que se te parece…¡y mucho!
Para lo torpe que soy con los parecidos… en este no hay lugar a dudas!! Sois clavaditas!!!!!!!!!!! No se puede negar jeje, que dos nenas más monas!! 🙂
Ya quisiera mi madre que le hubiera ocurrido algo así, pero ya no caerá esa breba, veintitantos años lleva escuchando que soy clavadita a mi padre, y los le queda… jajaja.
Besotes
Igualita a su mama!! Pues a mi me da que en los ojos…no el color pero si en la forma se parece a Ivan… bastante ademas.
Desde fuera.. ya se que tu no lo veas asi.. pero a mi siempre me lo parece ;D
besos.