No hay dos embarazos iguales…

Photobucket

Y no me refiero solo a la cuestión puramente fisiológica del embarazo. Después de tener a Iván he pensado muchas veces cómo sería mi siguiente embarazo, sobre todo, si lo viviría con la misma ilusión que el primero.
En cuanto al embarazo fisicamente hablando, el de Iván fue muy bueno, y de alguna manera estaba mentalizada para que el siguiente embarazo fuera peor, porque una no tiene que confiarse con la primera experiencia. Cierto es que este embarazo ha sido más revuelto, pero por suerte solo han sido pequeñas cosas, así que en general no puedo quejarme, y menos desde las 16 semanas que desaparecieron los males y síntomas desagradables.
Pero sí noto la diferencia a otro nivel, y es que no tiene nada que ver esperar a tu primer hijo que al segundo. Y no por la ilusión que tengo, ¿eh? que en eso estoy al 100%, ambos embarazos han sido buscados y deseados, y aún sabiendo lo que me esperaba he sufrido los mismos temores y vivo con la misma ilusión cada uno de los cambios y sensaciones que experimento.
Quizás la diferencia es que antes no tenía nada, y ahora tengo a Iván. Y eso es fundamental. Porque en el primer embarazo tenía mi mente y mis pensamientos libres, únicamente destinados y dedicados a la llegada de mi primer hijo, desde que vi el positivo toda mi vida se centró en ese milagrito que crecía en mi interior y no había nada que estuviera a la altura de tal circunstancia. Mi única preocupación, mi única meta, mi única ilusión.
Y ahora sigo teniendo esa ilusión por la llegada de mi niña, pero tengo a mi tesorito que vive, crece, se pone enfermo, necesita ropa, salir al parque, una cama nueva… no puedo dedicar mis pensamientos al bebé que tengo en mi barriga al 100% porque tengo otro bebé en el mundo que me necesita. No estoy tan concentrada en el embarazo porque Iván sigue siendo mi centro de atención, si en su embarazo mi barriga era el centro de mi vida, ahora el centro de mi vida está compartida, y no puedo hacer exclusivos mis pensamientos.
Ahora mi embarazo no es lo principal, pero tampoco lo secundario. ¿Cómo explicarlo? No es mi principal preocupación pero tampoco me despreocupo, es simplemente que mi cabeza se autodistribuye los pensamientos de tal manera que cuando no estoy pensando en mi barriga y mi niña es porque estoy pensando que Iván necesita ropa nueva o me he quedado sin pañales, por poner un ejemplo. Si no estoy todo el dia pendiente de la barriga, de los movimiento, es porque estoy jugando con Iván o dándole una sesión de besos y achuchones. Tengo lo mejor, la ilusión por un nuevo nacimiento y la maravilla de ver crecer a un hijo.
Es una sensación extraña, porque de alguna manera, aunque se que no es así, pienso que no le dedico a este embarazo la misma atención que al anterior, pero es porque no puedo descuidar a mi peque, así que tengo que compaginar ambos, repartir mis pensamientos y mis mimos. A estas alturas embarazada de Iván me moría de ganas de comprar cosillas, su primera ropita, preparar la habitación, los detalles… y es curioso que cuando voy una tienda, o miro una página web de compras, instintivamente me voy a la sección de niño; pienso más en que le tenemos que comprar la cama a Iván que en la decoración de la habitación de la niña; estoy acostumbrada a preocuparme por satisfacer las necesidades de Iván y me está constando cambiar el chip y pensar que Antía también tendrá las suyas.
Aunque por otro lado en este embarazo me siento totalmente novata porque esperar una niña es una experiencia desconocida, ya que las últimas muñecas que entraron en mi casa fueron las mías… y no puedo negar que me hace muchísima ilusión que a pesar de tener la experiencia de un embarazo, un parto y una crianza, haya una novedad en todo este proceso.
Confieso que tengo algo de miedo. Miedo, bueno, no se si llamarlo así… Temo no poder con todo, no saber darle a mis dos hijos lo que necesita cada uno, descuidar uno en favor de otro, que Iván se sienta desplazado… Iván es mi vida, y se que entre los hijos el amor no se reparte, sino que éste es mayor, y mi niña será un bebé que no se dará cuenta de estas cosas… solo espero que Iván se adapte bien y acoja a su hermana como lo que es, y no como una intrusa que viene a quitarle el puesto y el cariño de su madre. Pero confío en él, de alguna manera mi corazón me dice que Iván, de nuevo, nos lo pondrá fácil.

9 thoughts on “No hay dos embarazos iguales…

  1. Anónimo

    (Diamar). El otro día, pensaba en esta misma entrada, y me preguntaba como lo estabas llevando. Ahora tendras que compartir mas tu tiempo, ya que a dia de hoy, entregas el 100% de tu tiempo a Iván.
    Pero como dices, seguro que Iván que es un solete, te lo pondrá facil, y Antía sera demasiado pequeña para darse cuenta, asi que preocupate de que Iván lo lleve lo mejor posible, y no sienta celos de su hermanita. Por lo demas, paciencia y ya veras como poco a poco te iras adaptando a ser una mama compartida.
    Espero que Iván, este mucho mejor.
    Besitos

    Responder

  2. tariuska

    yo no te puedo ayudar mucho pq solo tengo una-.. 🙁
    pero lo que tengo claro que es vas a seguir siendo la gran madre que eres. tienes la ventaja de q trabajas a media jornada y que Ivan en sept empieza el cole, por lo que puedes dedicarte mas a Antia cuando el peque esté en el cole y un poco mas a él cuando esté en casa..y así mermar un poco el tema celos y el tema de cole (que aunq vaya a la guarderia, notará mucho el cambio)
    creo que lo vas a hacer genial!!

    Responder

  3. Mamá Blue!

    me imagino que cuando ya no eres mami primeriza las dudas te atacan, pero sin duda seras una gran mami, como lo eres con el principe!.

    Responder

  4. Maria

    Estoy segura de que Ivan o lo pondrá fácil y sino haréis todo lo posible para que tanto el como el bebe se sientan bien. Creo que las sensaciones que cuentas son normales, ya te contare como me siento con mi segundo embarazo. Muchísimos besos!!

    Responder

  5. Ana

    Esto es algo que me planteo muchas veces, como viviré mi segundo embarazo, en el caso de que llegue…

    Estoy segura de que vas a saber "duplicarte" para darles a los dos todo el amor que necesitan.

    Besos.

    Responder

  6. London

    No sabes Nereida lo que sufrí yo embarazada de Moflins pensando esas cosas. Me autocastigaba porque no le prestaba atención a la barriga, no le hablaba apenas, ni la acariciaba tanto. Preparé todo a última hora menos el cochecito que si lo tuve que volver a comprar.

    Lo pasé fatal, me autoconvencía de que no las podría querer igual, que mi hija era el centro de mi universo y aunque estaba segura de que quedría al bebé muchísimo nunca sería igual.

    Y estaba totalmente equivocada, en cuando vi a Moflins entendí que par a mi mis dos hijas eran iguales. Cada niño será diferente, tendrá sus necesidades, sus reclamos… y tu instinto de madre te hará satisfacer a tus dos hijos por igual.

    Besitos

    Responder

  7. Sandra

    Alejandra no sabes como te comprendo, es como si te hubieras metido en mi cabeza y hubieras escrito mis pensamientos de una forma que yo soy incapaz de transmitir, me alivia leer que a ti también te pasa y que es algo normal.

    Responder

  8. jenny

    yo no te puedo ayudar porque no tengo ninguno,pero me imagino que querras y atenderas a los dos por igual,yo creo que viene solo.Con respecto a Ivan pienso que el sabra adaptarse bien a su nueva hermanita.

    Un besote

    Responder

  9. Ness

    Nuestros niños son unos campeones y se adaptaran a las mil maravillas (o eso quiero creer, que al mio le tocan los dos cambios más importantes juntos…ainsss)

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

13 + 3 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.