La recuperación postparto: mitos, milagros y realidades

El postparto es una de las épocas más delicadas por las que puede atravesar la mujer. Después de nueve meses de gestación, mejores o peores -para algunas mujeres el embarazo es el estado ideal y para otras es una cadena de males soportados- y un parto vaginal (el trabajo de parto es el mayor esfuerzo que el cuerpo humano realiza-soporta) o cesarea -cirugía abdominal mayor, no es cosa banal-), llega el posparto.

El puerperio es esa época en la que nuestro cuerpo aún siente las secuelas del parto, a veces con dolor, nos recuperamos del esfuerzo producido y curamos las heridas (en caso de episiotomía o cesarea), nuestras hormonas están descontroladas, y lo más importante, tenemos a un nuevo ser en nuestras manos que hasta hace poco estaba bien protegido en nuestra barriga, y ahora depende exclusivamente de nosotras.

¿Alguien dice que ser madre es tarea fácil?

No lo es, no, y más los primeros días. Yo me siento afortunada porque la verdad es que viví mis postpartos muy bien, no solo físicamente sino emocionalmente, con un chute de endorfinas que me hacía ver solo lo positivo y disfrutar de la nueva situación. Sí, me siento afortunadas porque se que no es así para todas las recién mamás.

Además de curar puntos o cicatrices, los loquios, las hemorroides, recuperarnos de un proceso tan fuerte y empezar a conocer a nuestro bebé, también está la parte psicológica, que nunca debemos olvidar. Es tan importante que será crucial para mantenernos en pie o venirnos abajo a la mínima debilidad.

Recuperarse de un embarazo y un parto no es fácil. Pero tampoco es difícil ni imposible. Simplemente, hay que pasarlo.

Quizás lo más duro, aunque parezca mentira, sea ver el cuerpo de madre que se nos queda tras dar a luz. Porque esa barriga que ha ido creciendo a lo largo de 9 meses no se va en un suspiro. A veces no se va nunca. Y mirarnos al espejo y vernos esa barriga perenne, no es fácil.

Muchos mitos. Ningún milagro. La pura realidad.

La recuperación física tras el postparto está lleno de mitos y escasa de milagros. No es un milagro que una mujer de a luz y a los pocos días esté igual antes de embarazarse. Es una realidad, no para todas las mujeres, pero sí para algunas. ¿Privilegidas? Puede. O no. Porque la apariencia física no lo es todo.

Estos días las redes sociales se han hecho eco de la asombrosa recuperación de Elsa Pataky tras parir gemelos. A las 3 semanas luce shorts y camiseta holgada cual quienceañera. Envida, ¿verdad?. Pues sí, y será por eso que muchas han aprovechado la oportunidad para despellejarla viva. Que si cesarea + abdominoplastia, que si lo que hace el dinero, que si qué hace dejando solos a sus bebés tan pequeños… De todo.

Y digo yo… Cuánta envidia hay por estos lares y qué ganas de despellejar a la famosa de turno. Si ella tiene posibles para que le cocinen, le limpien, e incluso para que le quiten el michelín, pues ole ella. Es su problema. De hecho, ya me hubiera gustado a mi tener esos posibles, aunque tampoco me han hecho falta.

He pasado dos embarazos, dos partos, dos postpartos y dos lactancias bien largas. Así que cierto criterio para tratar este asunto tengo. Mis embarazos han sido muy buenos, he tenido dos partos vaginales naturales y respetadísimos, y dentro del coñazo que es el postparto, no puedo decir que hayan sido un suplicio, más bien duraron menos de lo que me esperaba. Sí, puede que tenga suerte, pero es así. No he tenido depresión postparto, no me he sentido desbordada, recuerdo ese período como especialmente feliz, y como una época de paz y equilibrio.


Yo no me quedé como un figurín cuando parí.

Con el mayor engordé 10,5kg durante el embarazo, tras parir perdí unos 8 kg y se me quedó una barriga curiosa. Siempre he sido delgada pero barrigona, la genética en ese aspecto no me ayuda. Con la lactancia materna engordé esos casi 8kg que perdí al parir, porque a mi la lactancia me da mucha, pero que mucha hambre, y el exceso de confianza –“con la lactancia materna se recupera el cuerpo mucho mejor” “si no te comes todas las napolitanas de chocolate que compras para las visitas”- hizo que no me privara de nada. Mea culpa totalmente.

Con la pequeña engordé 8kg durante el embarazo, y tras parir los perdí casi todos. La barriga seguía ahí, of course, la genética no colabora. Ya tenía experiencia con la lactancia materna por la que en esa ocasión no me comía todo lo que me ponían por delante, me controlé más. Pero los primeros meses de lactancia fue inevitable estar algo más gordita de lo habitual, sin estar embarazada.

Tras dos embarazos y dos lactancias no tengo ni una estría, y mi pecho, sinceramente, está mejor que antes de embarazarme por primera vez. Y si antes tenía unas piernas torneadas, ahora las tengo flácidas debido al edema que sufrí en el primer embarazo. Un poco de todo, vaya.

Tras ambos embarazos y partos he empezado a encontrarme bien físicamente a los 2 años de parir. Y cuando digo bien físicamente es a verme en mi cuerpo, más delgada, más como yo soy. Sí, 2 años, se dice pronto ¿verdad?. Son 2 años comiendo normal y sin hacer ejercicio, haciendo mi vida normal sin introducir ningún cambio para mejorar mi figura. No soy amiga de dietas y me gusta comer más que a un gato dormir, soy muy comilona y, como no vivo de mi cuerpo, prefiero comer y disfrutar a estar como un palillo y tener el vientre como una tabla de surf.

Pero es que, pese a mis kilos de más, mi michelín abdominal, yo me he sentido y me siento bien. No soy una madre de ojeras y pelos de Bruja Avería. Ser madre no me ha hecho renunciar a arreglarme y cuidarme. Hay días mejores y días peores, que yo entre semana voy con lo primero que pillo en el armario y a cara lavada con el careto de oso panda, pero eso era así antes de ser madre.

Porque antes no tenía hijos pero me acostaba a las mil viendo la tele o perdiendo el tiempo en internet.

Cierto es que hay cosas que cambian, cambian las prioridades, cambia el tiempo, pero todo es adaptarse. ¿Que no me podía arreglar el pelo largo? Pues cambio de look y pelo corto. ¿Que no me daba tiempo a maquillarme? Pues polvos de sol y poco de colorete. Y cuando me apetecía, vestido y tacones. No hace falta ser rica y pudiente para darse una palmadita y espabilar.

Yo también me puse shorts al poco de parir, es lo que tiene dar a luz en pleno verano. A los 20 días de parir a Iván me fui de boda y me puse un vestido negro ajustado. A los 20 días de parir a Antía me fui de boda y me puse un vestido blanco estilo ibicenco con un escotazo bueno. Con mi faja sobaquera, no me da vergüenza decirlo. Cada una tiene sus trucos. A las 3 semanas tras dar a luz estaba luciendo mi palmito de postparto, a mucha honra.

No siento ninguna envidia de Elsa Pataky. Y me creo que se haya quedado tan bien tras parir. Porque tengo la inmensa suerte de trabajar en algo muy relacionado con la maternidad, y casi a diario recibo a recién mamás en mi tienda, por lo que tengo la oportunidad de conocer diferentes experiencias. Y así como las hay que vienen como yo en su momento, con su barriguilla y algún kilo de más, las hay que han parido hace 2 semanas y más bien parece que las hayan aspirado. Es así, hay mujeres que, por el motivo que sean, tras dar a luz se quedan más delgadas o mejor de lo que estaban antes de quedarse embarazadas. Y seguro que todas conocemos a alguna que le ha pasado, y ni se nos ocurre sospechar que algún cirujano plástico le ha hecho unos retoques en paritorio.

Estamos llenos de prejuicios. Y nos creemos que porque una es famosa tenemos derecho a decirle lo que nos de la gana. No nos gusta ser juzgadas como madres pero poco nos falta juzgar a una famosa que acaba de ser mamá. Será famosa, pero no deja de ser una recién mamá, con todo lo que ello supone.

Pues yo desde aquí digo que yo me podría haber quedado como Elsa Pataky tras parir. Hubiera sido así si antes del embarazo llevara una vida disciplinada de dieta y ejercicio. Vale, sabemos que el bisturí la ha ayudado, pero si una pasa por quirófano, se quita lo que le sobra y luego se harta de pizzas y palmeras de chocolate y no corre ni para coger el autobús, no hay bisturí que valga. El bisturí es un comienzo, no la solución definitiva. Si yo hubiera sido una persona deportista, constante y de mantener una dieta y no una vaga absoluta que gusta del buen comer y en abundancia, otro gallo me hubiera cantado.

Por eso, asumo las cosas como me han venido. Si me quedé más gorda o con más barriga tras parir, fui yo la que decidió no darle más importancia de la necesaria y no ponerle remedio inmediato. Mi cuerpo era botijero antes de parir y fue botijero tras parir. No vivo de mi cuerpo, no necesito tener un cuerpo 10 para sentirme mejor. Cada cosa tiene su momento. No tengo un cuerpo perfecto pero tampoco lo necesito. Y si otras mamás se han quedado estupendas tras parir, ole ellas, no les resto méritos y menos las desprestigio para justificar que yo no haya tenido la misma suerte.

Y lo que no necesito es despellejar a la que se ha quedado fantástica a las 2 semanas de parir, por muy famosa que sea. Porque eso, desde luego, no va a hacer que me sienta mejor. Lo único que hará que me sienta mejor es cuidarme, quererme y valorarme.

12 thoughts on “La recuperación postparto: mitos, milagros y realidades

  1. Mama gnomo

    Fabuloso.

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Gracias reina 😉

      Responder

  2. Mo

    Olé, olé y olé. La verdad es que no he leído nada del despelleje a la Pataky, más bien lo contrario, algunos posts como el tuyo apoyándola. Es más, he leído una entrada suya haciendo referencia al postparto (que no tenía ni idea ni de que tenía blog) y me ha parecido acertadísima y completa.
    Como tú, yo también empecé a notarme "en mi ser" de verdad a los dos años de parir.
    Lo que nos gusta criticar, chica…aix…
    Besotes!

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Cierto que muchos blogs han sido de apoyo, sobre todo porque ella ha contado que le da LM a sus peques y parece (que tampoco me gusta ese matiz) que solo por eso se le perdona todo. Pero sí he leído en alguna fanpage por ahí unas críticas horrorosas, y tampoco me parece. No podemos justificar nuestros complejos de postparto atacando a la que, por suerte, por genética, por disciplina o por bisturí se haya quedado cual figurín. Y ser madre no implica ir como un zombie por la vida.
      Sí, nos gusta criticar, pero ¿a que no nos gusta que nos critiquen?
      Un besote

      Responder

  3. batallitasdemama

    Yo también pienso que Elsa lo ha explicado muy bien en su blog y de manera muy sensata. Como en todo, cada uno cuenta las cosas como le van y lo extrapola. Mis postpartos han sido muy buenos y con este último todavía no estoy en mi peso, pero bueno todo llegará, evidentemente no me cuido tanto como algunas famosas. Un beso

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Lo ha explicado muy bien, y eso que no tenía que dar explicaciones. Pero está muy bien que haya querido "desfrivolizar" la situación y no hacer creer que se ha quedado estupenda por arte de magia o bisturí, sino que es la consecuencia de muchos años de disciplina, dieta y deporte.
      Yo también he tenido postpartos buenos pero reconozco que no me preocupé por mi figura, y aún ahora no lo hago. Me dicen de ir a correr y me escondo bajo la primera piedra que encuentre jajaja.
      Besotes.

      Responder

  4. diasde48horas

    Pues yo no sabía ni que había parido gemelos, ni que estuviera embarazada, ni cómo se quedó, ni las críticas. Estoy completamente desconectada de la realidad, ahora mismo me voy a cotilllear su blog (que tampoco sabía que tenía).

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Yo tampoco sabía que tenía blog pero está claro, ¿Qué famosa no tiene un blog hoy en día?

      Responder

  5. Marieta

    Chica, yo creo que es pura envidia, no? Yo tengo un a genética que me ayuda, la verdad, y ahora después de dos embarazos peso menos que antes de estar embarazada por primera vez, y jamás he hecho dieta ni deporte…ojalá pudiera, porque me vendría muy bien para tonificar un poco la parte del abdomen, que eso sí me gustaría. Esta chica seguro que sí puede hacerlo y muy bien que hace, al igual que todas las famosas o gente que tiene dinero y se lo puede permitir. Yo con el ritmo diario de vida que llevo con mis dos peques ya hago bastante deporte..y soy feliz así!!
    Un abrazo Alejandra, muy acertada, como siempre!

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Sí, un poco de envidia, y de no aceptar la realidad. Yo también estoy más delgada, aunque con el michelín abdominal, que siempre ha estado ahí. Y si yo me matara a hacer deporte y dieta y tras parir me quedara fatal, pues oye, me enfadaría por no tener "su suerte". Pero yo como a placer y soy más vaga que una alfombra, así que no puedo pedir milagritos jajaja.

      Responder

  6. planeandoserpadres LTR

    Yo de momento no tengo queja de mi primer post parto porque perdí 11 kilos durante el embarazo y aunque me pasa como a ti y la lactancia me da mucha hambre, solo he recuperado 3 kilos ¡pero tengo que hacer bondad y dejar de atiborrarme de dulces y bocadillos a la de ya!

    Responder

    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Yo prometo hacer bondad día a día pero no tengo voluntad. Bueno, ahora parece que lo voy logrando, pero siempre me hago pequeñas concesiones. Si total, no vivo de mi cuerpo y yo como estoy, me gusto 😉

      Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

1 × tres =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.