De cómo ser madre y no morir en el intento. Ayer viví una de esas mañanas en las que Murphy dejó caer todo el peso de su cómica ley sobre mí, en las que ya es imposible que pueda pasar algo más, pero que afortunadamente, gracias al ingenio y a la agudeza de una servidora, al final acaba bien.
Mis mañanas son bastantes ajetreadas, ya que tengo que prepararme yo para ir a trabajar, y a los dos peques, uno para ir al cole y la otra para dejarla con mi madre. Procuro dejar preparado la noche anterior todo lo posible: la ropa del colegio y la mochila del niño, la bolsa con las cosas de la niña, mi uniforme y mi comida, con lo que por la mañana me queda ducharme y vestirme, darle el desayuno y vestir a Iván y ya lo último levantar a la nena, abrigarla y colgármela en el fular.
Tengo que salir de casa de tal manera: la niña en el fular, Iván de la mano, y yo con mi bolso, la bolsa de la niña y la bolsa de la comida, en ese momento desearía ser mamá pulpo para tener 8 brazos y dar abasto con todo. El caso es que siempre se me olvida algo, y ayer fue el remate…
Como allí no arreglaba nada me fui a llevar a Iván al cole, y de camino pensaría qué hacer para dejar a la niña con mi madre y llegar a tiempo al trabajo. Se me ocurrió llamar al trabajo para decir que no iba aunque me quitaran un día de vacaciones, pero sin llaves ¿qué iba a hacer con la niña en la calle?; luego pensé en el padre de una compañera de Iván que es amigo de Papá, lo mismo me podía acercar y tenía silla en el coche para llevar a la peque, pero no coincidimos; el autobús inviable, no me daba tiempo, así que el último recurso era coger un taxi. Se que los servicios de transporte público no tienen obligación de llevar sistemas de retención infantil, y valoré llevar a la niña en brazos, pensado que en ciudad es raro que se produzcan accidentes con taxi.
No me quedaba más remedio, tenía que llegar al trabajo, así que finalmente llamé a un taxi y en 7 minutos estaba en casa de mi madre. 7 minutos cobrados a precio de oro, por cierto, porque la carrera fueron 7,04€, a euro por minuto, debe ser que vivo en la capital del reino y aún no me he enterado. No voy a hablar de lo que me dolió el sablazo, descarté coger otro taxi para ir a trabajar.
Ya en casa de mi madre tenía el tiempo cronometrado, escasos 10 minutos para desayunar, darle el pecho a la niña y salir corriendo para ir a trabajar, objetivo que pude lograr, para mi sorpresa. Intenté llamar a una compañera de trabajo que vive cerca de mi madre pero no tenía su teléfono, llamé a otra compañera para que me diera el teléfono de la primera pero no me lo cogía, llamé a otro compañero que también vive cerca pero tampoco me respondió, así que solo me quedaba decidir si ir andando (un buen paseo, por cierto) o en autobús, que dudaba poder coger porque no conozco los horarios.
Cuando ya estaba emprendiendo el camino para ir andando y, si pasaba de casualidad algún autobús, cogerlo, volví a llamar a mi compañero y esta vez sí me respondió, me recogió en casa de mi madre y al final llegué al trabajo antes que cualquier otro día. Y como no, me tuve que volver a casa en autobús.
Y es que por mucho que quiera abarcar y poder con todo, reconozco que no puedo, por mucho que provea y disponga, siempre se me olvida algo, porque basta que a última hora Iván me entretenga más de la cuenta para que pierda la concentración y se me despiste algo. Me está costando mucho adaptarme a trabajar con los dos niños, porque a las 8 de la mañana estoy yo sola con ellos y tengo que hacerme cargo de todo, y cuando llego a trabajar lo hago cansada y estresada porque ya llevo a las espaldas 3 horas de trabajo y prisas.
Nadie dijo ser madre fuera fácil, aunque pueda parecerlo porque es más agradable contar las cosas buenas que las malas. Mis mañanas son muy estresantes, no hay un día que no me olvide algo (hoy me he venido sin pendientes y he tenido que volver a casa porque me había dejado el móvil) y cuando llego a casa por las tardes y veo todo lo que hay que limpiar y recoger me entra una pereza enorme, porque solo quiero sentarme en el sofá con mis niños e intentar descansar lo que pueda.
Aún así debo decir que me siento orgullosa de mí porque, pese a los infortunios, me he demostrado que tengo la capacidad de reaccionar rápido y salir del paso de manera airosa, aunque con ello me arriesgue a que un día de estos me de un infarto. Y es que no soy una supermamá.
Qué no eres una supermamá????????…..eres una megaultrahipersupermamá!!!!!…..qué estrés antes de empezar a trabajar!!!!!!
Y, madre mía, la anécdota….eso sí, saliste airosa…y reaccionaste muy bien!!!!
Un besote
Supermamá al ataque!! …que estres solo leerte…ya ayer por el facebook! jajaja. Besos
Tus mañanas son muy estresantes. Es que es lo que tu dices, cuando llegas a trabajar tu llevas ya unas cuantas horas de "hora punta", igualito que otros que llegarán con la legaña puesta!!!
Hija, mucho ánimo!
Yo creo que si lo sos!!! Yo no podria creo… Me encanto tu blog. te sigo. Te invito al mio cuando quieras visitarme. Saluditos!!!
http://www.amosermama.com.ar/
Madre mia que de aventuras!!jaja pobrecita,yo pienso que eres mas que una supermama porque salir asi del paso tela!
Besotes
Claro que eres una supermami!! Y tienes muchos superpoderes, pero hija, todos somos humanos…
Desde luego que eres una supermamá.
A mi también se me olvidaron una vez la llaves de casa saliendo a dar una vuelta con la peque, menos mal que llevaba dinero y el móvil (a veces no lo llevo si estoy cerca de casa) y me fui a casa de mis padres en tren.
Un abrazo
Ay es que hay mañanas en las que parece que todo sale al reves y yo no se como al final salimos aireosas jajaja. Un besito Supermami!
Si que eres una super mamá, pero es que super man también fallaba mujer!! a él lo quería yo ver en nuestros pellejos…..
SI te consuela yo he sido protagonista de infinidad de esos momentos, como llegar a casa con toda la compra, las niñas, la perra… y sin llaves!! como perder las llaves del coche y no poder salir de casa….. en fin.
vaya mañana!!!
y que tienes las mañanas estresantes me lo creo, pero en tu caso es normal, son 2 y aún tienes que adaptarte al cambio, aún así te entiendo mogollón, yo siempre me dejo algo porque siempre voy con prisas y continuamente digo y me dicen que un día me va a dar un infarto, y no me extrañaría,no puedo evitarlo, hago lo que puedo, y tu también, así que SÍ, eres una supermamá!!! Un besazo
Si me dieran diez euros por cada vez que me dejo las llaves dentro y los ahorrara, no notaría la crisis.. Pero bueno siempre es más dificil con dos pirañitas y en hora punta. jeje Suerte que el mio aún comparte mis horarios! buff
Claro que eres una supermama¡¡¡
Como te entiendo.. la verdad que trabajo, casa, niños.. es estresante, a mi me pasa.. y solo tengo uno, con dos ya debe ser la locura.
Pero merece la pena¡¡
Estoy estresada solo de leerte jajajaja Yo no se lo que haría con dos peques…. Me daría un ataque de nervios.
pero q día más largo y "retorcido", no?
por suerte supistes serenarte y buscar la solución a todo 😀
agobia el post sólo de leerlo.
besos