De cómo ser madre y no morir en el intento. Ayer viví una de esas mañanas en las que Murphy dejó caer todo el peso de su cómica ley sobre mí, en las que ya es imposible que pueda pasar algo más, pero que afortunadamente, gracias al ingenio y a la agudeza de una servidora, al final acaba bien. Mis mañanas son bastantes ajetreadas, ya que tengo que prepararme yo...