Ayer tuvimos la eco de las 20 semanas, y aunque fue muy breve, fue maravillosa. Pudimos verte, por partes, porque ya eres grandecito y no se te puede ver de un solo vistazo. Lo más importante, que estás muy sanote y creces a buen ritmo. Tu corazón late que da gusto escucharlo, tus órganos se están formando a buen ritmo y tienes una vitalidad tremenda, no paras de moverte. Pudimos ver tu cabecita y tu cara muy bien, cada vez tienes más definidos tus rasgos, qué emoción. Y bueno, como bien muestra la foto, hemos confirmado que eres todo un machote, ¡madre mía! Éste sí que va a ser un buen recuerdo, me imagino enseñándote la foto dentro de unos años. Es una foto muy graciosa, en la anterior eco yo no distinguía bien pero aquí está muy clarito, y lo que nos reímos en la consulta cuando te vimos.
Nos vio un buen ginecólogo, Práxedes, que además hizo ameno el ratito que echamos allí ya que es un médico cercano con el que se puede hablar.
Aunque yo peso poco más que antes de quedarme embarazada, eres un bebé grandote, de unos 27 cm y 500gr de peso. Ay, qué rápido pasa el tiempo, hace poco eras poco más que un cacahuete y ahora ya eres un bebé que crece y se mueve.
Tu altura la hemos calculado según la longitud del fémur, pues nos ha dicho el médico que no se te puede medir entero al no verte al completo de una pasada, así que se calcula multiplicando la longitud de tu fémur por 7, como dijo tu papi que es todo un sabio “el número aureo”, la divina proporción es la que da ese número para calcular el tamaño. Yo no lo sé explicar, y probablemente aquí lo habré hecho mal, pero bueno, como me decía mi madre cuando yo era pequeña, “ya te lo explicará tu padre cuando seas mayor”.
El caso es que sigues ahí, creciendo, formándote para cuando llegue el momento de ver la luz y salir a la vida. No tengo prisa por que llegue, te disfruto mucho sintiéndote en mi interior, y de momento quiero vivir esta sensación intensamente, porque es maravillosa. Luego tendré tanto y tanto tiempo para disfrutar de ti…