El otro día leyendo por encima el Facebook me encontré a una amiga que, indignada, explicaba cómo a su hija, por no dar la asignatura de religión, la excluirán de todas las celebraciones del colegio que suponen un componente religioso; en este caso la Navidad, incluyendo el festival de villancicos, la carta a los Reyes Magos y este tipo de actividades. Y entiendo perfectamente su indignación porque mi hijo tampoco...