Podría escribir sobre millones de cosas que tengo pendientes pero, con lo que estoy viendo ahora, no puedo evitar hablar de otra cosa.
Y es que estamos en esa preciosa época, sí, tan preciosa como temeraria época en la que tu bebé indefenso, tranquilo e inofensivo quiere saberlo y explorarlo todo,en la que todo llama la atención, todo quiere saberlo, todo quiere probarlo, pese a lo peligroso que pueda ser.
Antía todavía no se ha soltado a andar sola. Todavía… que no creo que le quede mucho porque gateando o agarrándose allá donde puede llega donde quiere y más. Además se levanta y se mantiene sola de pie perfectamente, y así como quien no quiere la cosa, sin darse cuenta de que lo hace, da dos o tres pasitos ella sola, hasta que se da cuenta de que va sola y o bien se para o planta el culo en el suelo.
A lista no le gana nadie. No hay obstáculo que se le resista, en cuanto le ponemos alguna barreara o impedimento para llegar a algún lugar potencialmente peligroso (por ejemplo la mesa del ordenador), en seguida se busca las mañas para salvar airadamente el obstáculo, bien sea arrastrando, empujando, reptando, buscando el mínimo hueco al aire por el que pueda colarse; se cuelga y escala donde puede como un mono, se sube y se baja sola del sofá, y se coge unos buenos berrinches cuando se empeña en llegar a algún lugar y no lo consigue. Es impresionante la habilidad y astucia que demuestra siendo tan pequeña, la coordinación y equilibrio que tiene pero, sobre todo, la valentía y la falta de miedo que nos demuestra.
Ha descubierto los maravillosos y fantásticos botones de la televisión; de momento solo nos cambia de canal, pero en breve la veremos igual que Iván, encendiendo y apagando al tele pulsando ese botón gordo que tanto les gusta, y que con Iván tuvimos que bloquear colocando una ficha de madera con celo sobre él.
Esto que estoy haciendo ahora, prácticamente misión imposible. Ahora tengo un par de manos deseosas de tocar todas las teclas a la vez, y cuanto más le digo que no más cara de pilla pone y más fuerte le da. Ya me ha cambiado el idioma del teclado, cuando me doy cuenta me ha bloqueado las mayúsculas, me aparecen y desaparecen iconos del escritorio, por no decir que la tapa del portátil sufre un serio peligro (Iván me llegó a romper la tapa del portátil viejo, afortunadamente la marca me la arregló sin coste alguno). Y si no le dejo hacer nada, como ahora, llora y me aparta las manos del teclado, así, con dos… ¡narices!. Si es que me ha salido con carácter la fierecilla esta.
En el parque es un no parar, se quiere subir el todo, en los columpios grandes, sin ayuda, como si fuera muy mayor ella. Se sube sola al tobogán, se sienta, le decimos “uno, dos y treeeeeessssss” y ella sola se tira; y al llegar abajo se vuelve a subir, pero esta vez del revés, escalando por el tobogán en lugar de por las escaleras.
No quiere límites, no quiere obstáculos, y no quiere un NO por respuesta. Cuando le digo NO o bien lo hace peor, mirándome con esa cara de “¿no? pues mira cómo lo hago”, o bien le cambia el semblante, empieza a hacer pucheros hasta que arranca en un llanto dramático digno de OSCAR de Hollywood; o bien se emberrincha y empieza a tirarlo todo gritando, dando manotazos y pataleando. No nos queda nada con esta niña.
El caso es que, salvo que esté durmiendo, ya no hay un solo minuto de tranquilidad, ni dentro ni fuera de casa. En la calle no quiere ir en la sillita de paseo, y en la bandolera va cuando está cansada, porque solo quiere suelo, suelo y suelo, andar todo lo que pueda, subirse donde pueda, y para ella la sillita y la bandolera es lo que le impide hacer lo que quiere. Para que luego digan por ahí que los niños que son llevados en brazos se mal acostumbran y luego no quieren otra cosa…
Sí, se nos avecina una época movidita que ya no recordaba yo cómo era, ahora es cuando toca sudar y sufrir porque cualquier tontería puede ser un peligro. Santa Paciencia, ¡y un buen carro para llevarla!
Por cierto, mi Pequeña Princesa por fin es la Princesa Ratona y a punto de cumplir 1 año y un mes sus primeros dientecines se han dignado a asomar sobre la encía. Pero no, no hay foto porque no nos deja, aunque no dejaremos de intentarlo.
Y digo yo, ¿En qué momento ha dejado de ser un bebé?.
Veo que te ha salido una pequeña aventurera!! 🙂 Menuda valiente!! en dos dias está corriendo, entonces si vais a sudar! jaja. Yo llevo un año corriendo detras de mi niño, y lo que queda…. menuda energia tienen!
Si que se le han resistido los dientecillos!
Veo que te ha salido una pequeña aventurera!! 🙂 Menuda valiente!! en dos dias está corriendo, entonces si vais a sudar! jaja. Yo llevo un año corriendo detras de mi niño, y lo que queda…. menuda energia tienen!
Si que se le han resistido los dientecillos!
uy, no se que he hecho! jajaja Soy Sesi, de Mami de Mi Nene.
Borra uno, que se publicó dos veces y con nombre extraño!
¡Uh, oh, las chicas son guerreras! jajaja
Tu es que parece que no te acuerdes, jeje pero iván ya era así de avispao, aún recuerdo aquel video de como apartaba unos obstáculos para salirse del comedor, creo que era…jajaja Pues está es la segunda, más rápida y marisabidilla tenía que salir…
Y sí, nos han salido guerreras, pq Emma tb tiene unos ovarios bien puestos, como no consiga algo se pone uf…Si yo decía que con mi hijo me iba a pelear, con la chiquinini va a ser peor…jajaja
Ay que bien los dientecillos!!! A ver si se deja que hace una ilusión!!
es una todoterreno 🙂 preciosas estampas