Love is in the air… para algun@s

Una intenta pasar del día San Valentín. Pensar que es un día comercial, que cualquier día del año es bueno para demostrar el amor que se le tiene a alguien, que no hay mayor importancia. Y lees por aquí y allá comentarios de gente que le resta importancia, así que esto ayuda a llevarlo como un día más.

Pero luego ves a una que le han regalado flores, a otra que le han preparado un desayuno, que si unos bombones, una galleta en forma de corazón, que si una cenita a solas aunque sea una pizza en casa cuando ya los niños se han acostado… Aunque sea una tontería pero alguien se ha parado a tener un pequeño detalle y simbólico.

Y aquí estoy yo que ni flores, ni bombones, ni un “pero qué guapa estás hoy, cariño”. Bueno, ni un “cariño”. Lo de guapa lo perdono, con las raíces que parece que llevo californianas y más bien es que hace 4 meses que no me doy las mechas, y las cejas que soy la prima del Yeti, entiendo que no es mi mejor momento. Que no es que me haya abandonado, es que no da la economía para ir a la peluquería, es la puta pura realidad.

Pero ni un detalle, oigan. Y vale, entono en mea culpa porque yo tampoco me he molestado. Pero es que llevo tanto tiempo molestándome por tener siempre un detalle en los días especiales, que una ya se cansa de dar y no recibir. Que no se trata de hacer las cosas esperando algo a cambio, pero coño, que a una también le gusta recibir un detalle de vez en cuando, que no soy de piedra.

Y entonces recuerdo con melancolía el primer San Valentín en el que mi señor esposo por entonces noviete casi recién estrenado se afanó en darme una sorpresa de las de dejarme con la boca abierta. Yo estaba tomando café con una amiga esperándolo, solo me dijo que me arreglara para ir a cenar y que dormiríamos fuera. Apareció vestido de traje de chaqueta, algo que para él era ya un esfuerzo sobrehumano, y solo ese detalle lo consideré un regalo.

Nos montamos en el coche y yo pensaba que nos iríamos a la casa de la playa de sus padres pero siguió conduciendo, conduciendo, hasta llegar a Ayamonte, donde cogió el desvío hacia una zona turística de reciente construcción, con grandes y lujosos resorts. Yo le había contado que el verano anterior una amiga nos llevó a conocer uno de los hoteles y yo había alucinado, nunca había estado en un hotel tan deslumbrante, parecía un palacio, y parece que tomó nota.

Me dejó en la cafetería y dijo que iba al baño. Me pedí un café y lo esperé… lo esperé… tardaba mucho, pensé que se habría perdido buscando el baño pero al fin llegó. Y mientras le preguntaba dónde había estado se agachó, me dio un beso y me dijo que metiera la mano en el bolsillo de su chaqueta. Me esperaba cualquier cosa, un regalito, pero allí había… la llave de una habitación.

Empecé a llorar de la emoción, me sentía como una princesa de cuento, de verdad. Disfrutamos de una cena maravillosa, un rato de baile y copas y a la mañana siguiente un desayuno que no olvidaré en la vida. El mejor día de San Valentín y una de las noches más bonitas de mi vida.

Aquello fue hace 13 años, y esas ganas de sorprender se han ido esfumando con el tiempo, la costumbre, la confianza y el “no hace falta, es un día como los demás”. No puedo decir que no tenga un marido detallista, porque cuando quiere lo es… Cuando quiere.

Yo quisiera volver a sentirme como una princesa al menos un día al año, pero creo que eso ya se ha quedado muy lejos y no es más que un recuerdo del pasado. El tiempo, la costumbre, el “pero si es un día como cualquier otro” o simplemente ni acordarse del día que es. Da igual, el caso es que la ilusión por sorprender se ha esfumado.

Y la desilusión se come a la desilusión. Hace dos años hice una tarta especial porque no hace falta gastar dinero ni comprar un regalo para tener un detalle. Hoy he vuelto a pensar en preparar  un bizcocho en uno de los moldes con forma de corazón que tengo pero luego he pensado “total, ¿para qué?”. Con las mismas se me han quitado las ganas.

Love is in the air, sí, pero para algunos más que para otros. Por eso acabas pasando del día de San Valentín, te pones la coraza y haces como que no te importa porque es un día más, porque si le das importancia te puede pasar  lo que a mi, que lo único que recibas sea una tremenda decepción.

17 thoughts on “Love is in the air… para algun@s

  1. Lydia Almansa

    Jope Ale..como te entiendo. Y ya no solo este día, si no por cualquiera, estos hombres… 🙁
    Nosotros no lo celebramos, ni se puede ni se quiere sobre todo, pero los pequeños detalles de algunos días tienen que estar…si faltan se hace complicada la cosa.
    Un abrazo fuerte guapa

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    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Sí, son poco delicados, por decirlo finamente. Con lo poco que cuesta, ¿verdad?

      Un besote

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  2. Preparando la llegada del bebé

    Ainss que razon tienes! Yo tambien pienso que esos pequenos detalles hacen ilusion. Esos momentos son los que luego recuerdas con especial cariño pase el tiempo que pase

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    1. Preparando la llegada del bebé

      Por cierto, yo de ti hubiese hecho el pastel de todas maneras porque creo tambien se distruta sorprendiendo y viendo la cara de sorpresa de ellos. Lo digo por experiencia propia jeje

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  3. Saseta Verónica

    Yo siempre he pensado que cualquier día del año es bueno para sorprender al otro. De hecho u día cualquiera que no te lo esperas te sabe mucho mejor. Pero mi marido tampoco es nada detallista… Yo le tiro mensajes subliminales pero no se entera! O no se quiere enterar… El caso es que la sorpresa desaparece y como tú dices las ganas de sorprender también. No es ser materialista… Pero sí creo que esas pequeñas cosas mantienen la llama. Pero han de ser mutuas…

    Un besazo fuerte, que con cejotas o no (Yo estoy igual) estás preciosa seguro 😉

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    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Pues mira, cualquier día del año vale para tener un detalle, pero si no se tienen, al menos elegir las fechas especiales. Pero ni eso. En fin, tirón de orejas, porque yo ya estoy aburrida de intentar sorprender y al final no lo hago por desidia, porque veo que solo sale de mi. Y no es cuestión de materialismo, se puede sorprender sin tener que comprar algo a propósito.

      Un besote 🙂

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  4. Opiniones incorrectas

    Yo soy de la opinión de que hay que cuidar mucho la cabeza para no caer nunca en la rutina. Imagino que yo le hubiera dicho algo, para que se diera cuenta de que no hay que acomodarse.
    Siempre recuerdo a un vecino mío que toda la vida le compró un ramo de flores a su mujer y que, anciano ya y enfermo de cáncer en la cama, le pidió a un vecino que le fuera a comprar el ramo de flores para su mujer. Falleció a los pocos días.

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    1. Opiniones incorrectas

      *cabeza= pareja

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    2. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Ufff a estas alturas de la vida creo que es casi imposible no caer en la rutina. Aunque también se puede salir, pero qué malo y peligroso es acomodarse en ella…

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  5. planeandoserpadres.com

    Sí como casi todos, cuando quieren son detallistas ¡pero es que parece que no quieren nunca! Vamos, aquí celebramos san Valentín porque yo le obligo pero si no, el papá de la bichilla me tendría todo el año sin detalles ni regalos ni eventos especiales.

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    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Pues yo ya ni obligación porque no quiero un detalle obligado, quiero algo espontáneo y de corazón, pero vaya, que ni así. Ains qué santa paciencia…

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  6. Sofia

    hola preciosa (sí, con greñas o raíces o bigote o uniceja estás guapa, que quien vale vale)

    la verdad es que te comprendo perfectamente.
    no deja de ser un día NORMAL… pero claro, para mí tb lo es la Navidad por ejemplo (porque yo no la celebro con motivo religioso) y QUIERO tener un regalo debaje del árbol esperándome (Que no hay forma porq mi marido quiere q lo elja yo q para eso somos mayores y yo vaya a comprarlo con él… anda q…)
    pero sí, un detalle de vez en cuando no hace daño a nadie, una notita, una carta en el buzón, una flor en tu trabajo… son tonterías?

    yo me acuerdo q de novios le mandé por mensajería a su trabajo un peluche de un cupido (pero era un peluche guay, no de esos ñoños romanticones, era divertido) y vaaaaya cabreo q se pilló….
    y en cambio a mí me hubiese encantado recibirlo…

    en fin… q no, q no tienen excusas…. ni el tuyo ni el mío ni muchos otros.

    besos

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    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Pues vaya patas para un banco, vamos a tener que hacer un amigo invisible sanvalentinero para no sentirnos solitarias y sin recibir un detalle 😉

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  7. Mo

    Creo que todas parejas que llevan años juntas acaban cayendo en lo mismo, peeeeero, hay que tratar de evitarlo (y me estoy aplicando el cuento en primerísima persona).
    Si eso, envíale un link del post, jejejejeje…
    Un besote guapetona, que eres guapetona, divertida y una madre amantísima de sus dos churumbeles! 🙂

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    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Jajaja no creo que le haga falta que le envíe el link, me sigue bien de cerca el jodío. Pero mira, con todo lo que me has dicho me has subido la moral, si eso mismo escrito por él en una notita me hubiera valido, ¡Qué poco saben estos hombres!

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  8. London

    Pues vaya cielo… tienes toda la razón. Aquí no hay un duro tampoco pero me desperté con un feliz san valentín mi amor y tuve extra de mimos todo el día, la verdad que ahora mismo no necesito mas que mi marido y mis hijos me quieran. Habrá que darle un tironcillo de orejas a tu chico!!!!!

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    1. Alejandra La aventura de mi embarazo

      Si yo tampoco necesito más, pero mira, un abracito, una flor silvestre, una notita, si es que tampoco pido mucho. Por cierto reina, tenemos que hablar, que me tienes en vilo. Un besote.

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