Es casi indiscutible es que la ropa premamá suele ser cara y muy poco original -por no decir fea, que ya es una cuestión de gustos-. Estar embarazada es casi sinónimo de tener que adaptar nuestro vestuario o incluso nuestro estilo a la hora de vestir, sobre todo cuando la barriga es cada vez más prominente. Te encuentras con tener que gastar más dinero del que gastarías en las prendas...