Es una realidad que la atención al parto está cambiando -a mejor, o eso quiero creer-, parece que se trabaja y se avanza en pro del parto respetado y tanto los colectivos médicos como las diferentes administraciones públicas se involucran cada vez más en ello. Cierto es que queda todavía mucho camino por recorrer, pero al menos se comienzan a reconocer errores o desechar protocolos obsoletos en pro de procedimientos...