Hace unos días leía con estupefacción un artículo sobre un padre que ha aprovechado su baja paternal, beneficiándose de la transferencia de parte del permiso de maternidad de su mujer, para prepararse para un triatlón. El título magnificaba su hazaña atribuyendo gran parte de su éxito a sus hijas, gracias a las cuales, según dicho artículo, este padre había podido disponer de lo más necesario para entrenar para dicha prueba...