Como os decía al hablar del inicio de mi tercera lactancia materna, ya en casa mi bebé fue mamando y demandando más, se ve que le iba cogiendo el truco. Y a mi me dolía cada vez más, tanto que volvía a temer el momento de engancharse. No dejaba de observar mis pezones y si bien no tuve grietas, sí vi que tenía una especie de rozadura en la parte...