Creo que la de ayer era un post necesario. No solo para desahogarme, que me sirvió para ello y bien, sino para hacer caer el velo de la perfecta mamá que a veces nos colocamos, consciente o inconscientemente, a la hora de hablar de nuestros hijos, su crianza y su educación. ¿A quién no se le llena la boca de orgullo al hablar de sus hijos?. La verdad es que...