Si hay alguna experiencia de mi infancia y juventud de la que sin duda guardo gratos recuerdos, es la de haber tenido la oportunidad de asistir a campamentos de verano. La primera vez fue con 11 años, versión colonias, y no puedo más que decir que fue el primero de muchos. Y es que eso de estar mínimo una semana fuera de casa y de la vigilancia materna (aunque las...