El fin de semana pasado fue uno de esos fines de semana en los que, sin planear nada, acabas derrotada de no parar desde que te levantas hasta que te acuestas. Llevábamos ya varios días con buen tiempo, pero no nos imaginábamos los días de calor que se avecinaban. Y eso nos facilitó disfrutar a tope desde por la mañana hasta por la noche. El sábado Papá tenía que trabajar...