Es muy difícil resumir todos los planes con niños en Edimburgo gratis. Y si hablamos en de planes en general, para niños o en familia, es más difícil todavía.

Edimburgo es una ciudad esplendorosa toda ella. Pero además, es una ciudad totalmente abierta a la familia, donde hay mil y una actividades que hacer con los niños. Lo difícil es elegir entre tantas opciones de ocio, cultura, naturaleza y planes variados, y es una de los motivos que inclinan la balanza positivamente para establecer nuestro hogar aquí.

Me he enamorado de Edimburgo. Es una ciudad bella mires hacia donde miras, muy armonizada estéticamente, bien organizada y con muchísimas posibilidades.  Es una ciudad ideal para mi, puesto que soy animal de ciudad, aunque no de ciudad grande y masificada.

Pero sin duda Edimburgo es una ciudad ideal para las familias. Cuenta con muchos jardines con parques y zonas verdes increíbles, la oferta museística y cultural está perfectamente adaptada a los niños, es fácil dar con restaurantes #familyfriendly.

Y sin arruinarte. Entrada gratis a los museos, tickets familiares para el autobús, multitud de espacios al aire libre a elegir, una gran oferta de actividades de ocio totalmente gratuítas. Es fácil vivir y disfrutar Edimburgo con niños.

Planes con niños en Edimburgo gratis y divertidos

Ha pasado algo más de un mes desde nuestra llegada a Edimburgo, y nos queda menos de un mes para volver a casa. En este mes hemos podido hacer muchas actividades, creo que hasta ahora no hemos repetido ninguna. Nos faltan muchas más aún por hacer, lugares por conocer, que si no lo hacemos en el tiempo que nos queda, ya las haremos cuando vivamos aquí definitivamente.

Hemos tenido tiempo más que suficiente para disfrutar y vivir la ciudad, recorrerla tranquilamente, visitar sus  principales puntos de interés, descubrir otros por casualidad. Tengo muchas ganas de compartir nuestras vivencias y que sirvan de guía a otras familias que se planteen Edimburgo como destino de vacaciones en familia.

Espero que este sea el primero de muchos post sobre vida, ocio, familia y planes con niños en Edimburgo. Y pare empezar, voy a hacer una recomendación de planes con niños en Edimburgo gratis que se pueden hacer fácilmente.

Visitar el National Museum of Scotland

Este museo, situado en pleno centro de Edimburgo, en la Old Town, es un auténtico parque de atracciones para los niños y el plan ideal si la lluvia no permite disfrutar de las actividades al aire libre.

Si quieres hacer un recorrido por la historia de Escocia, las culturas del mundo, el arte, la naturaleza y la ciencia, el National Museum of Scotland es el mejor lugar para ello. Todo distribuido en sus 5 plantas, con su colección permanente y las variadas exposiciones temporales.

Es un museo totalmente interactivo donde los niños pueden tocar, probar, experimentar con la ciencia y la tecnología, explorar la naturaleza, conocer animales exóticos o alucinar con los dinosaurios. Puedes verlo todo en un día, o como nosotros, disfrutarlo a pequeños ratitos, dedicando todo el tiempo de la visita a cada uno de los espacios.

Nosotros hemos visitado las dos alas laterales que albergan las zonas interactivas. Una de ellas, dedicada a la ciencia y tecnología, donde entre otras curiosidades se encuentra la conocida Oveja Dolly – los niños no tanto porque no vivieron ese hito, pero yo flipé, literalmente -, entre réplicas de aviones colgadas del techo, el coche de F1 de David Coulthard, máquinas, piezas y engranajes que marcaron el inicio de la revolución industrial, la reproducción de una cadena de ADN y otras curiosidades.

La otra, dedicada a la naturaleza, con réplicas de dinosaurios, ballenas y grandes animales. Los niños podrán tocar las pieles y pelo de animales, vestirse de exploradores en la selva o la Antártida, aprender mil y una curiosidades sobre los animales y la naturaleza.

La entrada al museo es gratuita, salvo algunas exposiciones y actividades específicas, y puedes hacer un donativo a la entrada, para contribuir con su mantenimiento.

Eso sí, ojo con los horarios, en Edimburgo cierra todo muy pronto, entre las 4 y las 6 pm, en este caso a las 5 pm. Calcula bien la hora de visita para que no te coja la hora del cierre cercana y podáis disfrutarlo lo máximo posible.

Y como en verano anochece muy tarde y no sabes qué hacer a la salida del museo, te lo pongo fácil. A menos de 10 minutos andando, subiendo George Street IV llegas al maravilloso parque urbano The Meadows, impresionante extensión de césped en plena ciudad con caminos arbolados, parque infantil ¡con tirolina!, mesas de picnic y zonas para practicar deporte. ¡Una pasada!.

Descubrir Greyfriars Kirk y conocer a Bobby

Gran parte de la magia de Edimburgo se esconde en sus cementerios. Si para nosotros los españoles el cementerio es un lugar triste al que no se nos ocurre llevar a los niños, en Edimburgo los cementerios son un elemento más de la ciudad a vivir. Sí, suena paradójico, pero los cementerios aquí están totalmente abiertos para que la gente los visite, pasee por ellos y desconecte del estrés de la ciudad.

El cementerio de Greyfriars es uno de ellos, probablemente el más emblemático de todo Edimburgo. Tanto, que no es de extrañar que fuera fuente de inspiración para J. K. Rowling, que podía contemplarlo desde las cristaleras de The Elephant House mientras daba vida a las historias de Harry Potter.

Hay mucho que ver en Greyfriars Kirk. El encanto propio del cementerio, entre cesped, árboles, flores y plantas medicinales, hace que sea un lugar precioso a la vista. Como curiosidad, puedes ver la lápida de William McGonagall, al que bautizaron como “peor poeta británico” y, adivina a qué querido personaje de Harry Potter inspiró.

Y no solo esta, sino también la tumba sin duda más fotografiada de todo Greyfriars, la de Tom Riddle. Pasear por Greyfriars y no buscar la tumba de Voldemort es como ir ala Fontana de Trevi y no echar una moneda al agua.

Además, tras el cementerio se encuentra el Georges Heriot, colegio que dicen inspiró Hogwarts. Aunque yo personalmente pensé mucho más en Hogwarts cuando vi el impresionante Fettes Colleges. El caso, es que la magia de Harry Potter está impresa en Greyfriars de manera incuestionable, aunque me guardo los detalles para otro post.

Pero si los niños aún son pequeños y no conocen el mundo Harry Potter, Greyfriars no deja de tener para ellos, ya que alberga una de las historias más tiernas de Edimburgo. La de Bobby Greyfriars, o como le llaman mis hijos, el “Hachiko de Edimburgo”, aunque yo les digo que realmente Hachiko es el Bobby de Tokio.

Bobbie era un perro de la raza sky terrier que se cuenta que permaneció junto a la tumba de su dueño, el policía John Gray, durante nada menos 18 años, hasta el  momento de su propia muerte en 1872. Como no podía enterrarse en lugar consagrado, pero la gente del lugar no quería separarlo de su dueño, lo enterraron en zona no consagrada, a las puertas del cementerio, con una lápida idéntica a la de su dueño.

Es de estas historias que no sabes cuánto tienen de leyenda y cuánto de realidad, pero efectivamente, te la crees. La curiosidad de su tumba es verla siempre con ramas, porque ¿cuál es el juego favorito de los perros?. Hemos llegado a ver hasta latas de comida de perro en ella, sí. Bobby sigue siendo muy querido.

Para recordar a Bobby, además, hay una estatua suya en la calle que lleva a la entrada del cementerio y dicen que da buena suerte tocar su trufa. Aunque también dicen que acabará estropeándose de tanta gente que lo toca, así que nosotros intentamos no hacerlo.

Greyfriars Kirk está al lado del National Museum of Scotland, así que es un plan perfecto para visitarlo de camino. De hecho, como el museo cierra a las 5 p.m., tenerlo al lado es la excusa perfecta para seguir disfrutando de Edimburgo. Igualmente, está a un paseo corto de The Meadows, así que puedes combinar varios planes en un solo día y que no haya lugar al aburrimiento.

Pasear por el Real Jardín Botánico

Edimburgo no se entiende sin naturaleza. Es una ciudad llena de inmensos parques y espacios verdes en los que la gente hace ejercicio, pasea, disfruta sola o en familia o simplemente desconecta del bullicio de la ciudad. Y el Parque Botánico es una auténtica joya.

Es un inmenso jardín que alberga miles de especies de flores y plantas, con diferentes espacios, multitud de caminos y senderos para pasear e invernaderos con otros tantos tipos de plantas. Además de la flora, no se concibe sin la presencia de sus aves – ¿sabías que en Edimburgo hay muchísimos cuervos? – y las simpáticas ardillas, que sin duda son toda una atracción para los  más pequeños.

Además cuenta con amplias zonas de césped en el que por supuesto puedes hacer picnic, uno de nuestros planes favoritos y que más realizamos desde que llegamos aquí.

En el Jardín Botánico puedes pasear la naturaleza de diferentes lugares del mundo perfectamente representadas. Nosotros alucinamos con el jardín chino, una preciosidad, con su estanque de nenúfares y todo.

La entrada es gratuita y solo tendrás que pagar si quieres visitar los invernaderos. Al igual que museos y edificios de interés, cierra temprano, a las 6 p.m. ahora que es verano, pero no te preocupes porque podrás elegir qué hacer a la salida.

Por la West Gate puedes ir a Inverlith Park, que está justo enfrente, y por la East Gate y subiendo la calle hacia la derecha, pasear por el Water of Leith.

Subir a Calton Hill y Arthur´s Seat

Son dos lugares emblemáticos de Edimburgo, y podría decirse que son sus mejores miradores. No están ni al lado ni cerca, al menos no relativamente cerca. Pero es perfectamente posible visitarlos ambos en un mismo día, incluso en la misma mañana, o en la misma tarde, sobre todo en verano que los días son larguísimos.

En Calton Hill podemos visitar tres monumentos reconocidos a los que tienen a bien llamar “las tres vergüenzas de Edimburgo”: el Monumento al filósofo escocés Dugald Steward, el Monumento al Almirante Nelson y el Monumento Nacional en homenaje a los caídos en las guerras napoleónicas.

Se les llama así porque su construcción fue un error, cada uno a su manera, pero luego, bien pensado, no quedaban tan mal y prefirieron dejarlos allí. Ciertamente, es uno de los puntos de interés más visitado por los turistas.

Y como decía, un mirador maravilloso. Calton Hill está a dos pasos del centro en la New Town, siguiendo Princes St, esos sí, dos pasos cuesta arriba. Pero se llega en un paseo sin ningún esfuerzo. Desde su cima la panorámica de la ciudad es maravillosa, sobre todo los días de sol. Nosotros pillamos día de nube de Mordor, y aún así la vista era una maravilla.

Es verdad que cuando estás allí percibes, o a mi al menos me pasó, que estos tres monumentos están colocados de manera irregular, sin orden ni criterio. Pero supongo que ahí reside su encanto. Además, la colina está cubierta de un mullido manto de césped donde los niños puede correr y jugar mientras les mostramos la ciudad, casi desde el aire.

Si quieres, puedes ir caminando desde allí hasta Hollyrood Park para subir a Arthur´s Seat. Es un paseo de unos 20 minutos cuesta abajo hasta el cementerio de Canongate y bajando el último tramo de la Royal Mile.

Arthur´s Seat es una impresionante colina en plena ciudad, de la que dicen que es como tener las Highlands en Edimburgo. Puedes subir a Arthur´s Seat desde esa cara, por Queens Dr, desde el que parten varios caminos de subida. Nosotros preferimos ir en autobús hasta la otra cara, por Hollyrood Park Road, donde la subida en mi opinión es más suave.

Es una actividad de naturaleza y senderismo en plena ciudad, todo un lujo. El camino es en pendiente, irregular y pedregoso,  pero no entraña dificultad, aunque los días de viento éste hacer que el ascenso sea má complicado. Pueden hacerse rutas más cortas sin llegar a la cima, si lo que quieres es quitarte el gusanillo de subir a Arthur’s Seat, o bien dedicar un día al senderismo, recorrer los diferentes ascensos, subir al punto más alto y disfrutar de la vegetación, el paisaje y las vistas en su recorrido.

Eso sí, precisa de calzado adecuado para caminar por montaña y que los niños estén supervisados siempre, puesto que el terreno puede resbalar y hay acantilados y alturas a pie del camino.

Pero es una ruta estupenda para hacer en familia y que a su llegada a la cima nos regala otra maravillosa panorámica de la ciudad. Además, te cuento un secreto: una de las bellezas de Escocia es su cielo, increíble cuando sol y nubes se alternan.

A su bajada, y si el tiempo acompaña, puedes descansar en la inmensa hierba de Hollyrood Park, hacer picnic, y hasta echarte una siesta. Eso sí, Hollyrood Park es inmenso y recorrelo merece un plan aparte, así como visitar Hollyrood Palace, la residencia oficial de la Reina de Inglaterra cuando visita Escocia.

Un día de granja en Gorgie City Farm

Una granja, una auténtica granja, en plena ciudad. Eso es Gorgie City Farm. Se encuentra en el distrito de Dalry, muy cerca de la emblemática Haymarket, y son varios los Lothian Buses que te dejan justo en la puerta.

Es una oportunidad maravillosa para que los niños estén en contacto con la narturaleza rural de Escocia, conozcan su ganadería, las diferentes especies de animales de granja y su cuidado.

La entrada es… ¡adivina!. Sí, es gratis. Parece mentira, ¿verdad?. Nunca he pagado menos de 18€ por una visita de mis hijos a la granja escuela con el colegio. Ay.

Pues sí, Gorgie City Farm es de entrada libre y, a la entrada, una preciosa “vaca hucha” te indica lo que cuesta el mantenimiento de la granja por visitante – creo que son 2,35 libras si no recuerdo -, y que puedes dejar tu donativo. La granja se mantiene, además de con estos donativos, mediante otras vías como es la de cuidar las mascotas durante las vacaciones de sus dueños, fiestas de cumpleaños, el apoyo de empresas y toda ayuda que siempre es bienvenida.

Para los niños es un auténtico planazo, y aquí no importa la edad. De hecho yo creo que nuestra visita la disfrutó más mi pequeñín que los mayores, y eso que los mayores disfrutaron a tope. Pero por disfrutar, mi bebé, que sigue sin hablar, se pasó media mañana llamando a las ovejas a gritos “beeeeee, beeeee!!!!”, persiguiéndolas a lo largo del cercado.

E intentando acariciar a las vacas y cerdos con sus  manos, sin pudor ninguno. Incluso se atrevía a colar la cabeza entre las maderas del cercado, que si lo llegan a dejar se mete dentro, directamente.

Aunque esté en plena ciudad, es una auténtica granja. Patos, gansos, gallinas, cerdos, vacas, ovejas, cabras y caballos hacen las delicias de los niños, que también pueden observar la labor de los granjeros en el cuidado y mantenimiento de sus animales.

Además hay un huerto ecológico, un invernadero, jardines con flores, plantas y hierbas medicinales, zonas para pasear, sentarse a descansar. Y un parque de juegos con columpios y pequeños tractores que es el sumun de la diversión para las criaturas.

Aunque lo real mola más y mis nanos alucinaron, literalmente, con el tractor de verdad. No había quien los bajara de allí, mi pequeñín sobre todo, que no conoce el miedo, disfrutaba subiendo y bajando solo. ¡Qué importante tenía que sentirse en ese trasto tan gigantesco!.

No necesitas mucho tiempo para visitar la granja. Mosotros llegamos cerca de la 1 del mediodía, nos fuimos a la hora del cierre a las 4.30 p.m.  y tuvimos tiempo de sobra para ver todos los animales tranquilamente, y pasear por todos los espacios, incluso repetir los favoritos. Además de sentarnos a comer sin prisa en un banco junto a un arroyo, y jugar en el parque.

Tuvimos suerte de que ese día nos hizo un verdadero día de verano, con sol, calor, ni una nube en el cielo y hasta pudimos ir en manga y pantalones cortos. Así que a la salida, como nos quedaba mucha tarde por delante, nos fuimos dando un paseo hasta el Harrison Park, otro parque inmenso con muchísimo césped, árboles, una zona de columpios.

Fíjate en el césped de la foto. Sí, cuando hace sol, los habitantes de Edimburgo aprovechan y disfrutan de sus cálidos rayos poblando la hierba de los parques.

Lo que te digo, no faltan los espacios verdes y raro es que no haya alguno cercano allí donde te encuentres. De hecho, espero dedicarle un post a todos los parques y jardines de Edimburgo y cercanías para disfrutar y familia, porque lo merece.

Y tampoco faltan planes para hacer con los niños, en familia, tanto improvisados aprovechando los espacios que la ciudad ofrece, como los propuestos por las diferentes instituciones, organismos y etc…

Por el momento te dejo estos planes, ideales si solo vas a pasar unos días en Edimburgo y además quieres visitar otros lugares de Escocia. Son actividades que se pueden realizar con niños sin recorrer grandes distancias, sin alejarse demasiado del centro, sin necesidad de coche y factibles en un tiempo razonable.

¿Has estado alguna vez en Edimburgo en familia?

¿Qué te parece mi propuesta de planes con niños en Edimburgo gratis?

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