La recuperación del suelo pélvico tras mis embarazos

recuperacion del suelo pelvico

A pesar de que mi último parto ya es pasado, la recuperación del suelo pélvico es un presente que avanza a pasito de tortuga. Comencé mi periplo médico conformé superé la famosa “cuarentena”. A día de hoy, 18 meses después, comienzo a ver la luz en cuanto a atención y tratamiento se refiere.

Hoy por fin me han visto en la unidad específica de rehabilitación del suelo pélvico, tras pasar antes por las consultas de todas las disciplinas implicadas. Es importante tener claro que cualquier unidad de suelo pélvico debe ofrecer una atención multidisciplinaria. Dadas todas las especialidades implicadas en los órganos que componen la cavidad pélvica -ginecología, urología, coloproctología, cirugía, rehabilitación y fisioterapia- no vale con la única valoración de un solo especialista.

El inicio de mi recuperación del suelo pélvico

Como decía, mi periplo comenzó tras la cuarentena de mi tercer parto, con mi médico de cabecera. Arrastraba las secuelas no solo de mi tercer embarazo en sí, sino de un prolapso de vejiga en grado II detectado en la semana 18, y de un rectocele detectado tras el segundo parto.  El tercer parto me dejó, se podría decir, rematada, con la vejiga totalmente prolapsada al exterior, dolor pélvico, incontinencia urinaria, síntomas de manual.

Al hablar específicamente de prolapso de vejiga e incontinencia urinaria, el médico de cabecera me derivó ala especialidad de urología. Una vez el urólogo me vio dos veces en consulta, él me derivó al segundo especialista, Coloproctología, ya que mi rectocele precisaba ser valorado.

Si bien el urólogo me valoró, sentí que no tomó en serio mi problema, alegando algo así como que lo que me pasaba era normal. Se me ocurrió decir que no estaría mal que a todas las mujeres que dan a luz se les hiciera una valoración del suelo pélvico tras el parto pero le pareció una barbaridad y un gasto económico innecesario.

Teniendo en cuenta que las consultas de urología están llenas de pacientes de próstata… Si los hombres parieran…

El coloproctólogo ha sido el especialista que más en serio me ha tomado. Mi rectocele está en un grado severo y eso ha hecho que se tome en serio la recuperación de mi suelo pélvico en conjunto, y me solicitó una resonancia magnética para su valoración.

La resonancia magnética de pelvis tardó varios meses en llegar porque es una prueba que se realiza de manera excepcional. Hasta que no hay un grupo de pacientes para ella, no destinan una sala para realizarla. Pero por fin el pasado mes de octubre llegaba mi cita,como te contaba en este post, y ahí me quedé.

La respuesta vino en el mes de enero, primera consulta con el coloproctólogo para valorar el resultado de la resonancia magnética. Iba tranquila pero acojonada a partes iguales, para qué te voy a engañar. Y es que aunque sabía que lo mío no era grave, una nunca sabe lo que puede revelar una prueba diagnóstica.

Una prueba muy reveladora

Mi sorpresa fue descubrir que en realidad, aunque no grave, mi patología sí es importante. La resonancia magnética reveló un rectocele severo y el resto de órganos -útero, vejiga e intestinos- en descenso. Esto significa que las soluciones primeras o intermedias en mi caso llegan tarde, y que no me queda otra que pasar por cirugía.

Tras el susto inicial, que me tomé bien porque dentro de la importancia no deja de ser benigno, pregunté mis dudas. Entre ellas, si la rehabilitación del suelo pélvico, la realización de ejercicios hipopresivos, me beneficiarían de alguna manera o por el contrario serían perjudiciales. Me indicó que por supuesto me ayudarían a restablecer el suelo pélvico aunque no fueran solución por sí mismos.

En la primera consulta con el coloproctólogo su enfemera me dio un par de fotocopias con ejercicios hipopresivos. Ejercicios que no llegué a realizar porque las indicaciones de las fotocopias no eran ni muy claras, ni muy explicativas, la verdad. Así que cuando esta vez la enfermera me recordó dichas fotocopias le dije que no me parecía adecuado que la solución para realizar el ejercicio adecuado para la recuperación del suelo pélvico fuera darme un par de fotocopias, sin más. Que me parecen unos ejercicios lo suficientemente complejos como para que un profesional especialista los dirija en primer lugar, y que ya luego sabiendo yo hacerlos tras ser supervisada correctamente, pueda realizarlos sin ayuda.

Y para mi sorpresa, el médico respondió que yo tenía razón y me preguntó si me habían visto en ginecología. Pues mireusté, desde la última ecografía del embarazo, no. Y no porque no lo haya intentado. Ahí ya cogí carrerilla y le dije que si hay una unidad específica de Suelo Pélvico, cómo narices se llega a ella, alguien tenía que derivarte, y en todo ese tiempo yo no lo había logrado.

Así que me dijo que me iba a derivar él mismo para que me valorara la especialidad de Ginecología y de allí me derivaran a rehabilitación de suelo pélvico. ¡¡¡POR FIN!!!.

Cada vez más cerca

Y es que lo primero que yo le dije al médico de cabecera cuando empecé con esta procesión de médicos y pruebas, fue que hay una unidad de suelo pélvico y de alguna manera habrá que llegar a ella. No sabía qué especialidad se encargaba de ello, solo que él directamente no podía hacerlo. Me derivó a urología por reflejar un problema de incontinencia urinaria, si me hubiera derivado a ginecología, quizás se hubiera aligerado el proceso. O no, quien sabe, el caso es que es pura burocracia sanitaria.

En enero me vio el coloproctólogo y en febrero tenía mi cita en ginecología. La consulta revistió poca importancia, la ginecóloga me hizo un tacto vaginal, me indicó hacer varios movimientos musculares -tipo Kegel- y no se lo pensó. Me derivó directamente a rehabilitación. Bien.

La cita llegó relativamete rápido. Por fin me han visto en rehabilitación de suelo pélvico, la primera consulta fue con la médico, que me hizo una exploración a fondo. Esta exploración consistió en sendos tactos vaginal y rectal haciendo ejercicios musculares tipo Kegel. Así pudo valorar in situ y el estado de mi suelo pélvico, algo que no se percibe en las pruebas diagnósticas.

Sorprendentemente no está tan mal como me esperaba. Pese a que sí hay un prolapso de recto y de vejiga, el estado de la musculatura pélvica en sí es bastante decente. Si bien yo no notaba nada especial al contraer mi periné, lo cierto es que me decía que estaba aprentando bastante y firmemente. El tono de mi musculatura está bien para haber sufrido tres embarazos y tres partos.

Mi problema de prolapso no se arregla con rehabilitación, dado el grado en el que se encuentra. La rehabilitación no es el tratamiento resolutivo, pero sí complementario. Y un buen estado del suelo pélvico es positivo de cara a la cirugía, ya que complementada con la rehabilitación, mi recuperación post quirúrgica, y el restablecimiento de mi pelvis en general será más fácil y mejor. O así debería ser.

Para empezar recibiré 12 sesiones de rehabilitación a razón de tres sesiones de una hora a la semana, probablemente alguna sesión será con electro estimulación. Una vez finalice esta primera tanda de sesiones, la doctora me valorará para ver cómo han resultado y en función a ello iremos viendo si necesito más, o sigo yo haciendo ejercicios en casa. Una vez pasada la cirugía me valorará de nuevo por su fuera necesario complementar con rehabilitación -muy probablemente- y el alta vendría cuando el estado de mi la recuperación del suelo pélvico sea total.

Así que como te imaginarás, estoy encantada de la vida porque por fin veo la luz. La luz a un problema que condiciona muy negativamente mi día a día y mi vida en general. Y estoy muy contenta de que sea por la Seguridad Social, a pesar de los tiempos de espera. Creo que el fallo no ha sido el tiempo en sí sino la descoordinación, la falta de un protocolo claro y sobre todo la des-información de los profesionales de atención primaria.

Creo que es necesario que se le den a las patologías de suelo pélvico la importancia que tienen y eso pasa por dos cosas: por la correcta información en los centros de atención primaria, y por la correcta información del paciente. No me canso de repetir que necesitamos tener capacidad de gestionar nuestra propia salud, informarnos y no ir a la consulta del médico sin caber, con confianza ciega. Debemos ser pacientes empoderados. Y esto no es discutir las decisiones o tratamientos médicos, es simplemente manejar la información médica que afecta a nuestra salud, entender el lenguaje médico y tener la capacidad de cribar una mala decisión o recomendación médica.

Dicho lo cual, espero muy pronto poder contar mis avances en la recuperación del suelo pélvico, y cualquier duda que tengas, me encantará ayudarte en lo que pueda desde mi experiencia.

 

 

Pura burocracia sanitaria.

More about Aventura Embarazo

7 thoughts on “La recuperación del suelo pélvico tras mis embarazos

  1. Natalia S.

    Me alegro mucho Alejandría de que veas la luz al final del túnel. Yo estoy en la recta final de mi tercer embarazo. Y mi suelo pélvico es lo que más preocupa. De momento no he tenido síntomas alarmantes, aunque sí que tengo perdidos los abdominales. Suerte y ya nld irás contando cómo te vas recuperando.

    Responder

  2. Carmen

    Me alegra saber que has encontrado el camino para solucionar tu problema y el de tantas mujeres. Excelente post!

    Responder

  3. diasde48horas

    La verdad es que es tremendo que hayan tardado 18 meses, ya no en solucionar el problema, si no en encaminarlo. Pero bueno, bien está lo que bien acaba y al menos, es lo que tú dices, que ya ves la luz al final del túnel.
    Lo del urólogo me parece fatal y de un machismo tremendo, odio encontrarme con dinosaurios así en cualquier parte, pero en la sanidad como que me rechina todavía más…

    Responder

  4. Camila

    Me encantó toda la descripción de lo q te sucedió en todo estos tiempos y tus cambios yo en mi segundo embarazo me llevo un rectocele de 2 do grado de que me cambio mi ritmo de vida estoy con biofeeckba pero la verdad nada nuevo ni cambios me gustaría saber si te vas a operar o vas a esperar ? Y si alguna valiente joven se operó de este problema q nos trae mal a las mujeres yo tengo 34 años y la verdad me entristece pensar q será de mi enviando sea más mayor te agradezco nos sigas informando de este problemita por no llamarlo problemon!!! Saludos desde Argentina

    Responder

  5. La rehabilitación del suelo pélvico, mis primeras sesiones - La aventura de mi embarazo

    […] he contado antes, la rehabilitación no es reparatoria, mi patología de suelo pélvico no se soluciona con ella sino con intervención quirúrgica. Pero la rehabilitación me va a servir […]

    Responder

  6. Copa menstrual cuando hay prolapso, mi experiencia - La aventura de mi embarazo

    […] de este tiempo me he planteado casi en todos los ciclos animarme a probar la copa menstrual, pero mis problemas de suelo pélvico me hicieron aplazarlo cada […]

    Responder

  7. Vida sexual cuando hay prolapso pélvico - La aventura de mi embarazo

    […] de las dudas recurrentes cuando hablo de mi problema es cómo afecta el prolapso de los órganos pélvicos que sufro a mi vida sexual. Es una duda muy razonable porque, evidentemente, la pelvis, sus […]

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

cinco × 4 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.