Igualita que su madre

No puedo evitar pensarlo cada vez que veo a mi hija con un par de zapatos. Le vuelven loca, no se si tanto o más que a la loca de su madre.

Sí, soy una apasionada de los zapatos, mi marido dice que tengo muchos, más de los necesarios, yo evidente creo que no son suficientes y no tengo más porque no me lo puedo permitir, que si no se me iba yo a reír de Imelda Marcos y Carrie Bradshow.

Lo de mi hija con los zapatos es obsesión. No hay juego que más le guste que ponerse todo aquel zapato que se encuentre por casa, y luce cara resplandeciente de felicidad. Da igual que sean los tacones de mamá, los náuticos de papá o los deportes de su hermano mayor, todo le vale, le encanta ponérselos ella sola y pasear por la casa como si se tratase de una pasarela de moda.

Pero sin duda lo mejor es cuando vamos a alguna tienda donde hay zapatos. Me sorprendió un día, recién comenzadas las rebajas de enero, que me la llevé a Zara a bichear un poco y de repente la veo sentada en el suelo, quitándose sus zapatos y probándose unas botas. Se las puso ella sola y cuando acabó se puso de pie, extendió sus brazos, me miró con cara de satisfacción y me dijo “TAAAAAAAA”. Las botas eran de su número, le quedaban divinas y nos la llevamos, son las que ha usado desde entonces hasta que ha llegado este calor.

Lo de hoy ha sido para habernos tirado allí toda la tarde. Mientras Iván estaba en clase de música hemos dado una vuelta por el centro comercial y hemos entrado en Zara – por variar – y mientras yo miraba aquí y allá ella se ha probado cuanto zapato había a su alcance: zapatillas, merceditas, sandalias, deportivas… sección bebé, sección niña y sección mujer, que también me vino con unas estupendísimas sandalias de plataforma y tacón estratosférico que se quería probar sí o sí. Vamos, que se podía haber tirado allí toda la tarde más feliz que una perdiz, voy a empezar a plantearme tenerlo en cuenta como alternativa de ocio.

No quiere que le pongamos nada en el pelo, le da igual la ropa que lleve, pero un par de zapatos son un par de zapatos, se mira, se remira, se pasea y se siente guapa. Y yo, viendo lo que le gustan los zapatos solo puedo decir “hija mía, ¡cómo te pareces a tu madre!

2 thoughts on “Igualita que su madre

  1. Mo

    Jajajajajaja! De tal palo…(¿o debería decir "de tal tacón…"?). Besotes!

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  2. Marieta

    Jajaja que bueno..digna heredera! Eha ya sabes como tenerla entretenida!!
    si es que nos pierden los zapatos, yo creo que a todas! Besos

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