14 meses, seguimos creciendo y aprendiendo

 Mi Pequeña Princesa cumplió 14 mesecitos hace ya una semana. Una semana que llevo intentando escribir esta entrada que me está costando más que un parto, porque por una cosa o por otra no saco tiempo para hacerla, y voy a saltos. Tanto que he ido añadiendo apuntes en plan borrador, dejándola lista para editar y publicar, y hace un rato con todo mi cuajo la he borrado. Y ahora no me acuerdo de todas las cosas que quería contar, porque mi cabeza no es que ande muy lúcida últimamente.
Photobucket

Pues eso, que mi niña tiene ya 14 meses, y menudos 14 meses, quisiera que se parara el tiempo en este momento porque está preciosa, simpática e ingeniosa a raudales, derrocha desparpajo por los cuatro costados.
Es curioso todo lo que sabe y todo lo que aprende, no debería sorprenderme porque se supone que ya he pasado por esto, pero creo que esta niña va un paso por delante, y es que juega con ventaja. La ventaja de tener un hermano mayor de quien aprender, de quien tomar ejemplo, y esta niña a curiosa y emprendedora no la gana nadie, le gusta estar en todo e intentar hacerlo todo, pese a lo pequeña que es.
No habla, o al no de manera inteligible, pero muda no es, eso no debe preocuparnos; yo creo que no habla esperando a hacerlo cuando pueda hacerlo con claridad, como le pasó a su hermano; pero todo el día es una sinfonía de “ataaaaaa, amaaaaaaa,aguiiiiiiiii, agooooooo, cnnnnnnn, mmmmmmmmm, ateeeeeeeeeeeeeeeeeee” y demás sonidos que no soy capaz de reproducir en palabras, pero con los que ella se comunica perfectamente y nosotros intentamos entenderla. Además según lo que quiera decir lo acompaña con su entonación perfecta, de pregunta cuando quiere algo, de exclamación cuando le gusta mucho o está muy contenta, entonación normal cuando parece que está manteniendo una conversación tranquila y relajada con alguno de sus juguetes; el caso es que está super graciosa y nos transmite la necesidad de comunicarse como sea con nosotros.
Desde que se soltó a andar ha sido un no parar, es increíble la destreza que ha adquirido en tan poco tiempo, ya corre que se las pela, sube y baja escaleras y escalones (son su obsesión), sube y baja rampas y cuestas y todo sin ayuda, como intente darle la mano agita las suyas rechazándome y diciendo “nannananaaaaa”, que poco más y me manda a Parla de paseo.
Eso sí, si puede llevar algo en la mano genial, y si lleva las dos ocupadas se siente la persona más importante del mundo. Uno de sus juegos favoritos es ir cogiendo cosas que encuentra por ahí (el móvil, el mando de la tele, la botella de agua, un zapato…) y traérmelas, con su cara de satisfacción, su boquita abierta de par en par, sonriente, enseñando los dientes de ratoncita, me las da en la mano, le doy las gracias, me sonríe y se va de nuevo a por otro objeto.
Además se sube a todo lo que puede, hoy la he pillado en casa de la abuela subiéndose sola a una silla, y de la silla a la mesa del salón, para haberse matado; y el caso es que si la bajo es irse corriendo a hacerlo otra vez, sin dejar de mirarme, con esa cara de pillina como diciendo “¿ves lo que hago, Mamá?”.
Hay veces que en lugar de darme las cosas en mano intenta guardarlas donde ella cree conveniente: una caja, el bolso, su parque, la mochila… o el wc, lugar donde casi acaba ayer el mando del TDT, aprovechando que entre el culete de mamá y el asiento había un hueco ideal para colarlo (si es que una ya no puede hacer pipí tranquila). Así que la puerta del baño y de la cocina siempre cerradas, para evitar que sus objetos de deseo acaben en remojo.
Me acompaña muchas veces en la tienda, ventajas de ser mi propia jefa; a ella le encanta, en su afán de ordenar y de poner/quitar cosas se pasa el rato cogiendo pantalones, pijamitas, cajas de capas de baño, las cambia de sitio, las vuelve a poner en donde estaban, se va de un lado a otro de la tienda con las manos llenas, pensando cuál será el mejor sitio para ponerlo. Y cuando puede, calculadora en mano, que hay que velar porque las cuentas del negocio vayan bien.
Photobucket
Photobucket
Le encanta tirar fuera del parque sus juguetes, y si los estoy recogiendo, con más motivo; por cada juguete que yo echo dentro, ella tira dos afuera, a ver quien gana. Y si tenemos en cuenta que en su parque, además de juguetes hay como cien bolas de colores, me paso todo el día como las espigadoras de La Rosa del Azafrán, “Ay, ay ay ay qué trabajo me manda la señoritaaaa, agacharse y volverse a agachar…”, que se lo canto y todo, cómo se ríe la bichilla.
También le gusta mucho jugar a guardar cosas, tiene mucha destreza manual en eso de meter/sacar, de hecho el otro día se quedó dormida en su cuna después de un rato jugando a sacar y meter calzoncillos recién comprados de su caja. Abrir y cerrar tapas, abrir y cerrar cajas, guardar y volver a sacar, se va a su mochilita del carro y no pide que se la abramos, sabe que dentro hay galletas y agua, pañales y toallitas, y si la ve abierta ella misma guarda sus cositas, para que no falte nada. Le encanta conseguir hacer las cosas por ella misma y su cara de satisfacción y felicidad lo dice todo.
Es curioso el aguante que tiene con el hermano, que como es muy efusivo -bruto,bestia- para abrazarla la apretuja, pasa por encima de ella, la empuja, intenta cogerla en brazos que parece que me la va a descabezar, y ella sin protestar, parece que le gusta. Pero como buena aprendiz ella hace igual o peor, se tira encima del hermano, le quita las cosas de las manos; y como esté Iván durmiendo ya es el acabose porque le tira del pelo, de las orejas, lo empuja, le pega, vamos, que se ensaña a gusto en venganza por todo lo que recibe. Son tal para cual.
Pero es una delicia verlos jugar juntos, Iván está acostumbrado a jugar solo o con nosotros, no cuenta con su hermana para jugar, pero ella enseguida se sienta a su lado e intenta participar, bien jugando, bien chinchando a su hermano, el caso es que tiene que estar ahí.
Tiene carácter, muchísimo carácter, como yo le digo, es muy “cojonuda” porque si no consigue lo que quiere se enrabieta que parece mentira en una cosa tan pequeña. Si no le dejamos hacer algo, le quitamos algo de la mano o la obligamos a hacer algo que no quiere -llámese meterla en el parque, sentarla en la trona o en la sillita de paseo- patalea, chilla, se pone toda tiesa o se encoge para evitar que lo hagamos, tira lo que tenga a mano al suelo o a quien pille por delante con una fuerza que quisiera saber yo de dónde la saca, si me descuido hasta me suelta un manotazo o un cabezazo. Hace unas semanas me llevé 3 días con el pómulo izquierdo hinchado y amoratado por un cabezazo a traición, de estos que consisten en echar la cabeza hacia atrás a lo bestia, que casi me desencaja la mandíbula. Apunta maneras la niña, ésta no va a dejar que se le suban a la chepa.
No admite un no por respuesta, es lo peor que se le puede decir y se lo toma muy, muy mal. En cuanto escuha un NO comienza un proceso digno de ser grabado porque su actuación es merecedora de Oscar a la mejor actriz de drama; primero te mira como confusa, vuelve la cara, te vuelve a mirar, le va cambiando la mirada a triste, va arrugando los labios, empieza a poner carita de pena, un pucherito silencioso, le asoma una lagrimita y de repente rompe a llorar con una pena que, la verdad, no puedo evitar echarme a reír de lo graciosa que es. Mi niña, qué sentida que es ella, allá que voy yo a consolarla, a abrazarla y comérmela a besos, si hasta cuando llora es remona.
Se lo come todo. Es un pajarito, todo el día piando, como vea que comemos algo ahí que viene con su boquita abierta, diciendo “ayaaaa amaaaa aaaaaa”; o si te descuidas directamente mete la mano en el plato y te lo roba; o coge el tenedor, pincha un trozo de lo que haya y se lo lleva a la boca, tan tranquila. No come grandes cantidades pero le gusta todo, todo lo prueba, todo lo saborea, y lo que no le gusta enseguida se lo quita de la boca con sus deditos. Porque eso sí, es una señora princesa, y si bien le gusta comer con las manos o con lo que puede, los alimentos que son blanditos se los come a pellizquitos, como por ejemplo los sandwiches, con una mano lo agarra, con el otro, a pellizquitos, se lo va comiendo. Está claro que la motricidad fina a estas alturas la tiene hiperdesarrollada, algo que ya llevamos meses comprobando a base de pellizcos.
De momento solo tiene los dos dientecines de abajo aunque no le hace falta más para masticar, pero las paletas ya le han roto la encía y están ahí, asomando.
Es princesa incluso para esas cosas de los pañales; si tiene caca no duda en señalarse el culete diciendo “ayaaaaa amaaaa aaaaaa”, y si andamos entretenidos en otra cosa o no nos damos cuenta, si solo tiene puesto el pañal (lo normal en verano) en seguida se lo quita para dejarnos claro que hay que cambiarlo. Esto me hace prever una buena retirada del pañal cuando llegue su momento, veremos si luego es así.
Sigue apasionada con su teta, y la domina a su antojo, ella es su dueña y señora y no permite que yo le diga cómo ni cuando debe tetear; ella decida, llega, se sirve subiéndome o bajándome la camiseta como puede (normalmente a lo bestia), y hasta se toma la libertad de ir de teta en teta, chupetón aquí, chupetón allá, como la que está sentada en una mesa con aperitivos y picotea de dos platos a la vez. Y cualquiera le dice que no, ella busca y rebusca la teta que quiere hasta que consigue engancharse.
Es una bailona, le encanta la música y le va la marcha, se pone delante de la tele a menear su culillo de un lado a otro, a girar la cintura, tocar las palmas o mover los brazos al compás; pero hasta levanta los pies del suelo como si estuviera haciendo marcha en el sitio, pie arriba pie abajo al son de la música. Y viendo que se pone de puntillas sobre los deditos de los pies, que me duele hasta de verla, me da a mi que esta tiene dotes de bailarina clásica.
Y es una temeraria que no teme al peligro, se sube y baja sola del sofá, de la silla de paseo, de la cama -de hecho nos enteramos de que se ha despertado porque aparece andando con los ojillo entrecerrados, y nunca se ha caído de la cama-, hoy la he pillado sentada dentro del bidé -sin ayuda, ojo-, el otro día la dejé dormida acostada en nuestra cama y cuando escuché que estaba despierta la vi metida dentro de su cuna, que aún no se cómo fue capaz de meterse ella sola en la cuna -ni quiero saberlo, miedo me da solo de pensarlo-. Pero la temeridad a veces roza el peligro, porque ha desarrollado la habilidad de zafarse de las correas de la silla de paseo por muy ajustadas que estén, y lo que es peor, también se zafa de las correas de la silla del coche, lo que ya es para tenerle miedo. Hace unos días íbamos a casa, acababa de arrancar el coche y sentí unos golpecitos en la ventanilla trasera, me da por mirar y estaba de pie, sin sujección, sobre la silla del coche, dando golpecitos con el puño cerrado en la ventana; casi me da un infarto al verla porque apretarle más las correas era estrangularla directamente, así que me pasé el camino intercalando canciones con NOOOOO, temiendo que volviera a hacerlo.
En fin, genio y figura es esta niña, está claro que con ella no nos vamos a aburrir, aunque se que nos va a traer de cabeza con las maneras que apunta. Pero lo importante por encima de todo es que al veo inmensamente feliz y yo no puedo más que agradecer el hecho de tenerla y disfrutar el enorme privilegio de verla crecer, ver de nuevo la vida a través de sus ojos.

Photobucket

8 thoughts on “14 meses, seguimos creciendo y aprendiendo

  1. Lascamisetasdemami

    Disfruta de la peque que es una "todoterreno" que el tiempo pasa muy rápido. Me recuerda mucho a mi hija pequeña (los hermanos pequeños son más espabilados, verdad?)

    Responder

  2. Sofia

    madre mía q hermosa está, y q ojazos.

    aunq sea muy cansado tener una niña tan movida y nerviosa q todo lo curiosea y quiere y q encima es cabezota cabezota cabezota… reconoce q es muy divertido jejejejeje.

    eso sí, lo de la sillita del coche o meterse en la cuna desde tu cama… expediente X !!! jejejejejeje.
    (Sofía consigue sacar algún brazo a veces… q no sé ni cómo, pero no desabrocharse entera, q susto jejejeje).

    tienes una familia encantadora.

    besos

    Responder

  3. Opiniones incorrectas

    Qué guapísima está Antía, ¡y ya tiene desarrolladísima su personalidad! 🙂

    Responder

  4. **jM**

    Que niña más guapisima de verdad!!!
    Está enorme!

    Me gustaría que hicieras una entrada hablando de tu negocio, yo tengo en mente abrir uno igual, estoy loca por tener una tienda de puericultura…… y me gustaria mucho leer mas sobre tu tienda, como te decidiste y como te va, como lo llevas, no se… un poco de todo!

    Te recomiendo este blog. Saludos
    http://mamisorgullosas.blogspot.com.es/

    Responder

  5. London

    Felicidades princesa!!!! está para comersela nena.

    Besotes

    Responder

  6. Annie74

    felicidades preciosa! Que rapido esta creciendo!!

    Responder

  7. Ness

    Ostras! El otro día waleska de mamis y bebes hablaba de un sistema para houdinis para la silla del coche.

    Responder

  8. coro

    Tenemos niñas en la misma edad y parece que estás definiendo a la mía. Te leo desde que me quedé embarazada, cuando buscaba información a todas mis dudas y me paso muy de tarde en tarde, pero me encanta ver cómo evolucionamos, madres e hijas, las niñas por el mismo camino y carácter, nosotras por el mismo sentimiento y por el origen aún siendo tan distintas nuestras vidas. Un placer.

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

dieciocho + 6 =

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.